El Pantocrátorm representa a la Virgen María con el
Niño Jesús y escenas de la vida cotidiana.También se dibujaban miniaturas para ilustrar libros.
Caption: : Frescos del Panteón de San Isidoro, en León Imagen de Antonio Cristóbal, en el Banco de recursos del INTEF. Licencia CC-BY-NC-SA
Slide 3
El Clero
¿Quienes eran?-Eran monjes y abades que vivían en monasterios.¿De dónde viene el termino?-El término deriva de la palabra griega κληρος (fortuna, o metafóricamente, herencia).¿A qué se dedicaban?-Dependiendo
de la religión, el clero generalmente se dedicaba a los diversos aspectos
del ritual religioso, la enseñanza o la evangelización. A menudo se
ocupan de los grandes acontecimientos de la vida mediante rituales con
signos como los nacimientos, la circuncisión, la confirmación, el
matrimonio, o la muerte
Clero
es el nombre colectivo que engloba de forma general a los que han sido
ordenados en el servicio religioso. El nombre individual es clérigo. En
la Cristiandad el clero incluye religiosos de diverso tipo, desde el
sacerdote de una pequeña diócesis, al monje de una abadía, a las monjas
de clausura o a la alta jerarquía de la iglesia de Roma.
https://youtu.be/dAEAIjSrH0E Vídeo sobre el clero.
Slide 4
El Alto CLero
El
alto clero solían ser:Arzobispos, Obispos, Cardenales, Abades y Canónigos.Compartía en el Antiguo Régimen con la nobleza su condición de estamento
privilegiado y era reconocido, teórica y tradicionalmente, como el
primero en rango y honor.
Obligaciones-Independientemente
de las relaciones de producción, los monjes tenían la obligación del
trabajo que les imponía la regla (ora et labora, o sea: reza y trabaja),
que era muy comúnmente trabajo físico (aunque la parte más dura la
solían hacer los hermanos legos, cuyo origen social era inferior). La
consideración del trabajo intelectual era equivalente a la del físico, y
laboratorium o lugar de trabajo podía ser perfectamente el scriptorium
donde se copiaban a mano los textos disponibles en las bibliotecas
monásticas, que por muy reducidas que fueran eran los únicos lugares de
transmisión del saber clásico durante la Alta Edad Media. El debate
entre el dominico Dom Mabillon y el trapense Rancé sobre el trabajo
intelectual y el físico fue muy significativo, ya en el siglo XVII.