1.- Tema: Generalidades del trabajo social
2.- Tema: Objeto de intervención del Trabajo Social
3.- Tema: Cualidades humanas en el Trabajo Social
AUTOR
JOHN NARANJO PARRAGA
TUTORA
María Eulalia Briones Ponce
El Trabajo Social se define a través de tres dimensiones principales: como ciencia, disciplina académica y actividad profesional. Como ciencia, implica el estudio sistemático de las relaciones humanas y la búsqueda de soluciones pragmáticas para mejorar el bienestar individual y social.
Se considera también una disciplina académica, con una tradición investigadora que analiza las necesidades sociales y las variables que influyen en la calidad de vida. Y como actividad profesional, se centra en promover el cambio social, resolver conflictos y empoderar a las personas para reforzar su bienestar, utilizando teorías del comportamiento humano y sistemas sociales.
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Trabajo Social como profesión
• Consiste en desarrollar las capacidades de la persona y su buscando el empoderamiento de los/as usuarios/as.
• Busca la participación activa de los/as usuarios/as y respeta su
autodeterminación en la superación de las situaciones de crisis.
• Implica una acción profesional sistematizada, pensada, meditada intencional y racional. Utiliza una metodología científica para conseguir los objetivos diseñados. Su finalidad consiste en incrementar la calidad de vida, la salud integral y el
bienestar.
El objeto de intervención del Trabajo Social es el ser humano en su contexto individual, grupal o comunitario, que enfrenta situaciones específicas en su entorno. Se centra en el estudio de las necesidades que afectan directa o indirectamente a los ciudadanos y están relacionadas con su calidad de vida y bienestar. Sin embargo, este objeto no puede ser estudiado objetivamente, ya .que la percepción del observador influye en la realidad estudiada.
Una de las características del objeto en Trabajo Social, es que este no puede ser definido o aislado para ser estudiado objetivamente, sino que lo observado se ve alterado por el observador, donde los sentimientos, ideologías, experiencias, intereses, entre otros, influyen sobre la realidad estudiada.
El objeto de la profesión también está vinculado a la autonomía descriptiva, interpretativa y transformadora que tiene cada persona, grupo y comunidad, es decir, al desarrollo de su potencialidad, así como la capacidad de autoevaluación situacional y de autogestión de iniciativas para el cambio, lo que podría denominarse como su empoderamiento. El objeto implica, además, la gestión de un medio que favorezca el bienestar y evite promoviendo las condiciones estructurales y sociales necesarias para obtener el desarrollo global de personas y comunidades. Por este motivo, el objeto del Trabajo Social también lo constituye el estudio de las contradicciones de
una sociedad en constante equilibrio entre necesidades y recursos.
Las cualidades humanas en el Trabajo Social se refieren al conjunto de características personales, habilidades y valores fundamentales que un trabajador social debe poseer para desempeñar eficazmente su labor de apoyo y asistencia a individuos, familias y comunidades en situaciones de necesidad. Estas cualidades incluyen la empatía, la capacidad de escucha activa, el respeto, la tolerancia, la ética profesional, la capacidad de motivación, la habilidad para resolver conflictos, entre otras. En resumen, las cualidades humanas en el Trabajo Social son fundamentales para establecer relaciones significativas y para proporcionar un apoyo efectivo y comprensivo a las personas en situación de vulnerabilidad.
Mística y vocación de servicio: La primera cualidad que ha de poseer el trabajador social, la más importante; es la mística y sentido de servicio hacia los demás.
Convicción y confianza: Quien no cree en el hombre y en sus posibilidades de transformación, quien no tiene esa fe y confianza, difícilmente puede realizar un Trabajo Social.
Habilitad para motivar:Se deben crear razones o motivos para que participen dinámicamente en la solución de problemas, deben fomentar el entusiasmo comunitario y optimismo.
Don de gente: Es la forma como se ha de tratar con personas.
Capacidad para vencer dificultades: Toda tarea o labor ha de encontrar inevitablemente una serie de dificultades, de ahí la necesidad de fortaleza.
Madurez emocional: El Trabajador Socia l actúa siempre con realidades humanas donde la cooperación y el conflicto se entremezclan permanentemente.
Responsabilidad: Se debe entender la responsabilidad como una concienciación de cuáles son nuestras obligaciones y a su vez ejercer una dedicación al trabajo.
Respeto: Este es un buen valor que proporciona a las personas un reconocimiento y aprecio que se merecen.
Tener sentido de la Ética: Podemos entender la ética como un conjunto de valores, principios y normas que se encuentran dentro de uno mismo.
Ser comunicativo: Esta es una característica un poco diferenciadora, ya que hay algunos trabajadores sociales que por su forma de ser son más comunicativos, se podría decir que es algo innato.
Prudencia: La prudencia es una de esas virtudes que nos ayuda a reflexionar y a considerar las consecuencias que pueden producir nuestros actos o lo que digamos anticipadamente.