Crecimiento de la población y florecimiento de las cudades
Durante el siglo XVIII, Nueva España producía la plata con la que se movían los mercados del mundo.El auge de la economía novohispana se reflejó en el crecimiento de las ciudades.Los centros mineros como Zacatecas, Guanajuato o Taxco se expandieron debido a su función productiva, pero también crecieron ciudades comerciales.
La Ciudad de México era la más grande de América, con 90,000 habitantes a finales del siglo XVI y 113 mil en el siglo XVIII. Funcionaba como centro político y financiero del Virreinato y tenía una intensa actividad comercial que se desarrollaba en la plaza principal.Las ricas ciudades mineras como Taxco, Guanajuato o Zacatecas se convirtieron en potentes centros regionales.Se calcula que hacia 1810 la población de México era de 6 millones de habitantes
La producción de plata vinculó a Nueva España con la economía mundial globalizada que estaba en formación desde el siglo XV1, pero también proporciono la creación de un mercado interno que estuvo en pleno funcionamiento durante el siglo XVIII y hasta la Guerra de Independencia, cuando cayo.El auge de la producción minero impulso toda la economía. Creció el trabajo y la población en las ciudades.
Las grandes familias criollas de siglo XVIII solían tener entre sus miembros hombres y mujeres de Iglesia, comerciantes, vínculos con ricos mineros y funcionarios del gobierno virreinal. Las mujeres solían concretar alianzas, mediante el matrimonio, entre familias que habían desarrollado su fortuna en un sector económico.