Una de las características más importantes que posee el ser humano sano, es su capacidad de cambiar cuando lo decide, cuando la forma en que ha vivido o sus actos ya no le proporcionan bienestar, alegría ni salud.
La base de la reestructuración de la autoestima es el autoconocimiento y éste solo se puede dar a medida que el ser humano vaya tomando conciencia del mismo.
Es conveniente que la comunicación interior se encuentre basada en la ¨buena voluntad¨, enfocada a conocer nuestras debilidades y fortalezas, cualidades y defectos, recursos y carencias, encaminadas a entender los ¨mensajes de mi cuerpo¨
¿qué es lo que siento ante determinadas situaciones?
¿mí malestar físico qué me dice?
Identificar mis necesidades y como están o no siendo satisfechas, ¨cuando aprendemos a conocernos en verdad vivimos¨
Son las creencias y pensamientos que se forman con base en lo que ¨creemos que somos ¨
Es importante una evaluación objetiva y con buena voluntad optimizando nuestros aspectos positivos, sin culpas hacia los demás o contra uno mismo.
Después de formarnos un concepto de nosotros mismos vamos a hacer una evaluación y dependiendo de que nos encontremos valioso o devaluados serán nuestros sentimientos de ser merecedores de estar sanos o enfermos.
la importancia que la autoevaluación sea objetiva, amable y positiva.
Después de aceptarnos es posible respetarnos, respetar nuestros sentimientos, pensamientos, lo que soy, lo que tengo o no, respetar mis necesidades, sin juzgar, sin criticar, sin sentirme culpable.
Desde luego el respetarme va de la mano con el respeto a los demás.
Es el resultado final cuando todo este proceso ha sido seguido con plena conciencia, objetividad, buena voluntad, aprendiendo constantemente a amarnos a nosotros teniendo en todo momento presente que
¨ Nadie tiene la obligación de amarte, el único que tiene esa obligación, soy yo