El Ballet fue
evolucionando dentro de la corte francesa en la que había surgido e introduciendo
bailarines profesionales que sustituyeron poco apoco a los cortesanos.
Bajo el reinado de Luis
XIV (1643-1715), el ballet inicia una época dorada con la creación el "ballet
de cour", fruto de la colaboración de los grandes artistas
protegidos del rey: el coreógrafo: Pierre
Beauchamp, el dramaturgo: Molière
y el compositor: Jean Baptiste Lully.
Era una obra teatral bailada que comenzaba con una "Overture"
instrumental y acababa con un "grand ballet" en el que, al menos una
vez al año, participaba el propio rey.
Consistía en una serie de escenas en las que se mezclaba el canto y la danza, interpretada ya por bailarines profesionales, con decorados espléndidos y bailarines, al principio solo masculinos ( la danza estuvo prohibida para las mujeres hasta 1681, pero ya a comienzos del S. XVIII encontramos las primeras grandes bailarinas. Marie Sallé y Marie-Anne Camargo), adornados con lujosas vestimentas y máscaras.