Francisco de Goya y Lucientes nació en 1746 en Zaragoza. Pintaba obras muy alegres, con colorido y originales. Fue en el año 1785 el pintor del rey Carlos III, y en 1799 el pintor de camara del rey Carlos IV. Pero hacia 1790, , padeció una enfermedad que le dejó sordo, y esto influyó en sus obras posteriores, con un aspecto más pesimista, y se agudizó al producirse la guerra de la independencia, en 1808. Al acabar fue pintor de cámara de Fernando VII y Goya se aisló del trato mundano ya que deplora, como liberal convencido, los excesos del absolutismo. En 1823 Goya decidió abandonar España como consecuencia de la represión absolutista y se instaló en Burdeos donde murió en 1828.
Durante su primera etapa, las obras transmitian la alegria con la que él vivía la vida, teniendo mucho éxito y trabajando en la real fábrica de tapices y ganando fama como retratista.
En 1792 viaja a Andalucía y sufre una gran crisis personal y una enfermedad que le deja sordo. Es el momento en que
pinta su primera serie de grabados (Los Caprichos) donde da rienda
suelta a su imaginación y hace una tremenda crítica de la época que le
dio problemas con la inquisición. Al acabar, vuelve a Madrid por encargo del rey.
Durante la guerra de la Independencia (1808-1813) demuestra un hondo
pesimismo que se refleja en la serie de los Desastres. Es, por otro
lado, pintor de cámara de José I Bonaparte del cual se conservan algunos
retratos.Tras la guerra, en 1814, pinta las dos grandes obras del Dos y
Tres de Mayo (Los fusilamientos y La Carga de los Mamelucos) que son
claro antecedente del Romanticismo, de temática “patriótica” quizá para
defenderse de las acusaciones de afrancesado y congraciarse con el nuevo
rey Fernando VII
Durante el reinado de Fernando VII, con la vuelta del absolutismo,
entra en una nueva crisis que le lleva a retirarse definitivamente de
los círculos de élite y refugiarse y realizar su creación más original:
las pinturas negras, tremendas pinturas murales que decoraban su casa,
como El Aquelarre o Saturno devorando a sus hijos.
En 1823, tras el fracaso del golpe militar liberal de Riego, harto de la
situación que se vive en España (Década Ominosa) se exilia en Burdeos
donde vive hasta su muerte en 1828. De ser autógrafa suya La Lechera de Burdeos
(lo es mientras no se demuestre lo contrario) supondría una vuelta a un
estilo diferente, con una paleta más clara y una técnica que para
muchos supondría un preludio del impresionismo (50 años antes).