Es el acto de meterse en un
embrollo y/o situación en la que es difícil salir.
El dicho tiene un origen rural
y hace referencia a que las berenjenas son unas plantas espinosas que
al crecer se vuelven molestas, por los arañazos y pinchazos que te
puedes llevar. Por este motivo, si te metes en un berenjenal sin tener el
debido cuidado, puedes salir lleno de rasguños. De ahí que sea habitual ver a
los agricultores que se encargan de recogerlas que lo hagan protegidos
adecuadamente
Pedirle peras al olmo significa
pedir algo imposible, algo que no es natural o querer exigir demasiado.El olmo naturalmente no da peras, pretender que las de es algo que jamás puede ocurrir
Según la RAE, dormirse en los
laureles es “descuidarse o abandonarse en la actividad emprendida, confiando en
los éxitos que ha logrado”, es decir, que después de haber conseguido algún
éxito, nos relajamos, ya no nos esforzamos más porque pretendemos que siempre
se nos valore y se nos recuerde por lo buenos que fuimos algún día. Lo malo es
que la vida es muy dura y eso no puede ser así, si queremos seguir siendo
considerados buenos, tenemos que seguir demostrando que lo somos cada día.
También en el sentido de
excederse pidiendo algo. Exigir demasiado,
excederse en cuanto a un precio o una condición. En España esta locución se utiliza para exigir
algo desmesurado o tomarse confianzas o libertades indebidas.
Originariamente alude a que los
hortelanos alternan diferentes productos en las eras de su huerta. Esta idea de
alternancia ha hecho que se aplique también este refrán cuando se produce una
alternancia de las cosas buenas con otras menos buenas. Del mismo modo, se
utiliza en las ocasiones en que conviene variar de vez en cuando para no llegar
a cansarse de algo. Se dice, además, si nos sentimos engañados en una compra,
cuando nos han mezclado productos de diferente calidad
Usamos
esta frase para decir de algo que es bastante improbable e inalcanzable.Las higueras dan como primer fruto del año brevas, entre junio y julio, ese
fruto se caracteriza por ser más grande pero menos dulce que los higos; si se
recolectan a tiempo el árbol tendrá probablemente más fuerza para dar dicho
fruto secundario. Se da por sentado que el agricultor no dejará que las brevas
maduren y por lo tanto que puedan, incluso caerse por tal motivo, restando esa
fuerza necesaria para el crecimiento de los higos y por ende la posibilidad de
una segunda recolección.
Es una expresión con la que se
muestra asombro ante un hecho poco habitual, especialmente ante la facilidad y
desparpajo de una persona para solucionar un problema o salir de una situación
complicada.
Expresión con la que da a
entender que no se cree la mentira que le cuentan. Expresión con la que alguien da a entender que no se está creyendo
una mentira que le cuentan. La persona que la utiliza quiere dar a entender que tiene mucho mundo, que no ha
aparecido de repente en la tierra, como si fuese una fruta <<guinda>> en este caso caída del árbol.
Usamos
esta frase para decir de algo que es bastante improbable e inalcanzable.Las higueras dan como primer fruto del año brevas, entre junio y julio, ese
fruto se caracteriza por ser más grande pero menos dulce que los higos; si se
recolectan a tiempo el árbol tendrá probablemente más fuerza para dar dicho
fruto secundario. Se da por sentado que el agricultor no dejará que las brevas
maduren y por lo tanto que puedan, incluso caerse por tal motivo, restando esa
fuerza necesaria para el crecimiento de los higos y por ende la posibilidad de
una segunda recolección.
Esta expresión se utiliza para hablar
de alguien que ha fallecido, normalmente porque se asocia el nacimiento de las
plantas al abono natural que genera un cuerpo humano enterrado. El origen se
remonta al siglo I d.C. y a la correspondencia que mantenían Plinio el Viejo y
Cornelio Tácito. En el año 79, el año de la erupción del Vesuvio, Plinio se
encontraba en los alrededores del volcán llevando a cabo exploraciones y
experimentos. En su última carta a Tácito
le informaba que se había dedicado a cuidar malvas. Plinio murió probablemente a causa de los
efluvios tóxicos del volcán. La noticia de su muerte llegó a Tácito más o menos
a la vez que su última carta. A Tácito le impactó su muerte y utilizó en su panegírico “es por la magnitud de su
persona y de su obra que Plinio no ha muerto, sino que está a los pies del
Vesuvio, criando malvas”.
Ser
una perita en dulce uno de los dichos más antiguos y que más significado
tenía en su momento, puesto que las peras en dulce fueron de las primeras
frutas confitadas: el azúcar escarchada cristalizada en el exterior de su piel
la hacía brillar como una joya de plata sobre la bandeja del confitero; con su
peciolo o rabillo embadurnado de cera roja y el verde claro dejándose notar por
entre el azúcar escarchada, la
pera en dulce era la reina de las confituras, manjar atrayente,
objeto de deseo. Por esta razón se llama perita en dulce a aquella persona,
circunstancia o cosa que por su perfección, virtudes o cualidades consideramos
o sentimos muy atractiva o de gran utilidad y belleza.
Son muy comunes en nuestro
lenguaje expresiones como "Me importa un..." finalizadas con palabras
como "pimiento", "bledo" , "pito",
"comino", "pepino", "rábano". Todas ellas son
empleamos cuando queremos decir de algo que nos trae sin cuidado o nos importa
poco, generalmente el valor de lo nombrado explica el desinterés que pueda
acarrear.