Todo profesional o dispensador
de servicios de atención sanitaria,
o cualquier persona que participe
directa o indirectamente en la atención
a un paciente, debe mantener
la higiene de sus manos y saber cómo
hacerlo correctamente en el momento
adecuado.
Limpie sus manos frotándolas con
un desinfectante a base de alcohol,
como medio habitual preferente para
desinfectar las manos cuando éstas
no estén visiblemente sucias. Es más
rápido, más eficaz y mejor tolerado por
las manos que lavarlas con agua
y jabón.