ÉRASE UN
CABALLITO DE MAR, QUE SE MOVÍA LENTAMENTE POR LAS TEMPLADAS AGUAS MARINAS. LE
GUSTABA DEJARSE LLEVAR POR LAS CORRIENTES Y, DE VEZ EN CUANDO, ENGANCHAR SU COLA
A LAS ALGAS. ENTONCES, SU CUERPO TOMABA EL COLOR DE LAS PLANTAS DEL MAR Y EL
CABALLITO SE VOLVÍA INVISIBLE A LOS OJOS DE LOS PECES Y OTROS SERES MARINOS.
EL CABALLITO
TENÍA UN AMIGO, UN ALEGRE PEZ DE COLORES. JUNTOS RECORRÍAN LOS CORALES,
ENTRABAN EN LAS CUEVAS DEL ARRECIFE Y ATRAVESABAN LOS BOSQUES DE ALGAS.
AQUELLA
MAÑANA, EL PECECITO BUSCÓ, AGITADO, AL CABALLITO DE MAR.
- ¡AMIGO!,
HE DESCUBIERTO UN MONSTRUO EN EL FONDO DEL MAR. ES MUY GRANDE PERO NO SE MUEVE.
OTROS PECES GRANDES SE HAN ACERCADO PARA VERLE PERO YO SOY PEQUEÑO Y ME DA
MIEDO.
EL CABALLITO
DE MAR TRANQUILIZÓ AL PECECILLO. ERA UN CABALLITO DE MAR VIEJO Y YA HABÍA VISTO
MUCHAS COSAS A LO LARGO DE SU VIDA, ASÍ QUE NO SE ASUSTÓ POR LO QUE EL
PECECILLO LE CONTABA.
- QUERIDO
AMIGO, YO NO PUEDO AVANZAR TAN RÁPIDO COMO TÚ. LOS CABALLITOS DE MAR SÓLO
PODEMOS AVANZAR AGITANDO LA ALETA QUE TENEMOS DETRÁS. PERO, SI QUIERES QUE TE
ACOMPAÑE, IRÉ CONTIGO A VER A ESE MONSTRUO DEL QUE HABLAS.
LOS DOS
AMIGOS SE DIRIGIERON AL LUGAR DONDE EL PECECILLO HABÍA VISTO AL TERRIBLE
MONSTRUO. AL LLEGAR ALLÍ, EL PECECILLO GRITÓ:
- MIIIRA ¿LO
VES ALLÍ EN EL FONDO?
- PERO, MI QUERIDO AMIGO, AQUELLO NO ES UN MONSTRUO, ES UN BARCO HUNDIDO.
- ¿QUÉ ES UN BARCO?
- LOS BARCOS SON CÁSCARAS GIGANTES QUE LOS HOMBRES UTILIZAN PARA HACERSE A LA
MAR Y PESCAR.
–Y, ¿QUÉ PESCAN LOS HOMBRES?, PREGUNTÓ EL PECECILLO
ASUSTADO.
- PESCAN PECES.
- ¿QUÉÉÉÉ ?
EL PECECILLO
SÍ QUE ESTABA AHORA ASUSTADO DE VERDAD. COMENZÓ A AGITAR SUS ALETAS Y A NADAR
SIN PARAR, HACIENDO CÍRCULOS Y PIRUETAS.
-
TRANQUILÍZATE, PECECILLO. LOS HOMBRES SÓLO PESCAN PECES GRANDES. TÚ ERES TODAVÍA
CHIQUITO COMO PARA QUEDAR ATRAPADO EN SUS REDES. Y, AHORA QUE SABES QUE NO SE
TRATA DE UN MONSTRUO, SI QUIERES PODEMOS ACERCARNOS A INSPECCIONAR EL BARCO.
PUEDE SER DIVERTIDO.
LOS DOS
AMIGOS NADARON EN DIRECCIÓN AL BARCO. SE TRATABA DE UNA FRAGATA MUY ANTIGUA.
ENTRARON POR LA POPA, A TRAVÉS DE UNAS VENTANAS CUYOS CRISTALES HABÍAN
DESAPARECIDO HACÍA YA MUCHO TIEMPO. RECORRIERON ALGUNOS CAMAROTES Y VOLVIERON A
SALIR A LA CUBIERTA DEL BARCO.
EL PECECILLO
ESTABA ENCANTADO JUGANDO A DAR VUELTAS ENTRE LA RUEDA DEL TIMÓN. EL PALO MAYOR
ESTABA ROTO Y CAÍDO SOBRE LA CUBIERTA ENCIMA DE PESADOS COFRES CERRADOS.
- VEN AQUÍ
PECECILLO, ESTO TE GUSTARÁ, LE DIJO EL CABALLITO DE MAR, QUE HABÍA ENCONTRADO
UNOS ENORMES CAÑONES. -ESTE ERA UN BARCO DE GUERRA, DIJO EL CABALLITO.
- ¿UN BARCO
DE GUERRA?
- SÍ, LOS HOMBRES HAN HECHO MUCHAS VECES GUERRAS EN EL MAR. ESTE BARCO FUE
HUNDIDO EN UNA DE ESAS GUERRAS HACE MUCHÍSIMOS AÑOS.
EL PECECITO
ESTABA EMOCIONADO Y CONFUSO. NO CONOCÍA A LOS HOMBRES, PERO LE PARECÍA QUE
ESTOS HACÍAN COSAS QUE A ÉL LE DABAN MIEDO.
SIGUIERON
ENTRANDO Y SALIENDO EN LAS DISTINTAS ESTANCIAS DEL BARCO. EL PECECILLO SENTÍA
GRAN CURIOSIDAD Y SE DIVERTÍA CON TODO. EL ANCLA LE PARECIÓ UN COLUMPIO Y DABA
VUELTAS ALREDEDOR DE SU CADENA SIN PARAR.
EL CABALLITO
DE MAR ESTABA YA CANSADO DE TANTO JUEGO Y DIJO A SU AMIGO:
- PECECILLO,
CREO QUE YA DEBEMOS IRNOS, SI QUIERES OTRO DÍA PODEMOS VOLVER.
PERO EL
PECECILLO QUISO DAR UNA VUELTA MÁS ALREDEDOR DEL BARCO Y EL CABALLITO ACCEDIÓ.
LOS DOS
COMENZARON A DAR LA VUELTA ALREDEDOR DEL CASCO DEL VIEJO BARCO. Y, ENTONCES,
SUCEDIÓ ALGO TERRIBLE. EL CABALLITO DE MAR NO SE DIO CUENTA DE QUE ENTRE LA
PALA DEL TIMÓN Y EL FAROL DE POPA HABÍA QUEDADO ENGANCHADA UNA RED DE
PESCADORES. UNA RED QUE HACÍA MUCHO TIEMPO HABRÍA SIDO TIRADA AL MAR POR LOS
HOMBRES.
AL AVANZAR,
EL CABALLITO QUEDÓ ATRAPADO EN LA RED. EL PECECILLO, SIN PERCATARSE DE ELLO,
SIGUIÓ SU MARCHA ALREDEDOR DEL BARCO. AL PASAR POR DONDE ESTABAN LOS CAÑONES SE
DIO LA VUELTA PARA DECIRLE AL CABALLITO:
- LOS
CAÑONES ASUSTAN, ¿VERDAD?
ENTONCES VIO
QUE EL CABALLITO NO ESTABA. VELOZMENTE, NADÓ RETROCEDIENDO EL CAMINO ALREDEDOR
DEL CASCO DEL BARCO. AL VOLTEAR LA POPA, LO VIO. VIO A SU AMIGO ENREDADO EN LA
RED. SUS BRANQUIAS SE AGITABAN, UNA ALETA ESTABA ROTA Y EL CABALLO DE MAR, ASUSTADO,
PARECÍA PERDER LA VIDA POR MOMENTOS.
- CABALLITO
¿QUÉ TE PASA?, SAL DE AHÍ, AMIGO.
-NO PUEDO,
PECECILLO. LOS HOMBRES, A VECES, TIRAN LAS REDES CUANDO YA ESTÁN VIEJAS. ESTAS
REDES SE CONVIERTEN EN TRAMPAS MORTALES PARA LOS SERES QUE VIVIMOS EN EL MAR.
- DIME QUÉ
DEBO HACER PARA SALVARTE, CABALLITO. TÚ SIEMPRE SABES QUÉ SE DEBE HACER. QUIERO
SACARTE DE AHÍ Y SALVARTE DE LAS REDES DE LOS HOMBRES.
-PECECITO,
AMIGO MÍO, NO ES FÁCIL SALIR DE AQUÍ. CUANTO MÁS LO INTENTO MÁS ME APRISIONA LA
RED, DAÑANDO LOS ANILLOS DE MI CUERPO. MI ALETA SE HA ROTO Y NO PUEDO NADAR.
- NO ME IRÉ
DE AQUÍ SIN TI. ENTRARÉ EN LA RED Y TE SACARÉ.
-¡NO LO HAGAS! SI ENTRAS EN LA RED, LOS DOS
QUEDAREMOS ATRAPADOS. NO SACRIFIQUES TU VIDA INÚTILMENTE, AMIGO.
BUSCA LA
AYUDA DEL PEZ ESPADA. SUELE NADAR CERCA DE UNA CUEVA QUE SIEMPRE ESTÁ
CUSTODIADA POR MORENAS. TEN CUIDADO, PECECILLO, QUE LAS MORENAS SON MUY
PELIGROSAS, SI TE VEN INTENTARÁN COMERTE.
EL PECECILLO NUNCA SE HABÍA AVENTURADO SOLO POR
AQUELLOS LUGARES TAN LEJOS DEL ARRECIFE. PERO NO LO DUDÓ NI UN INSTANTE. SALIÓ
NADANDO VELOZMENTE EN DIRECCIÓN AL LUGAR DONDE SOLÍA NADAR EL PEZ ESPADA.
EN LA PUERTA
DE LA CUEVA ESTABAN ACECHANDO LAS MORENAS. EL PECECILLO, ASUSTADO, SE ESCONDIÓ
ENTRE UNAS ALGAS Y OBSERVÓ A LAS TEMIBLES MORENAS, DESEANDO QUE EL PEZ ESPADA
APARECIESE NADANDO POR ALLÍ. SABÍA QUE DEBÍA ENCONTRARLO RÁPIDO, PUES EL
CABALLITO NO PODRÍA RESISTIR MUCHO ATRAPADO EN AQUELLA RED. ENTONCES, LO VIO,
VENÍA NADANDO CON RAPIDEZ Y, AL APROXIMARSE A LAS MORENAS, ÉSTAS HUYERON
ASUSTADAS.
EL PECECILLO
SALIÓ DE SU ESCONDITE Y, CUANDO EL PEZ ESPADA PASÓ CERCA DE ÉL, SE PUSO ENCIMA
DE SU CABEZA. ÉSTE LE GRITÓ INDIGNADO:
- ¿CÓMO TE
ATREVES, PECECILLO INSIGNIFICANTE? BAJA DE AHÍ Y VERÁS CÓMO TE ZAMPO DE UN SOLO
BOCADO.
- NO, SEÑOR
PEZ ESPADA, NO ME COMA USTED. VENGO DE PARTE DE SU AMIGO, EL CABALLITO DE MAR.
ESTÁ ATRAPADO EN LA RED DE LOS HOMBRES Y ME ENVÍA PARA QUE USTED PUEDA
AYUDARLO.
EL PEZ
ESPADA NADÓ CON RAPIDEZ HACIA DONDE EL PECECILLO LE HABÍA INDICADO. EL
CABALLITO DE MAR ESTABA YA MUY DÉBIL. SUS OJOS SE ABRIERON LENTAMENTE AL VER A
SUS AMIGOS. EL PEZ ESPADA SE PUSO ENSEGUIDA A TRABAJAR. CON SU ESPADA IBA
CORTANDO LA RED PERO CON MUCHO CUIDADO PARA NO DAÑAR AL CABALLITO Y PARA QUE LA
RED NO LO APRISIONASE CADA VEZ MÁS.
EL PECECITO
QUERÍA SER ÚTIL Y, CADA VEZ QUE EL PEZ CORTABA UN TROZO DE RED, LE DECÍA
A SU AMIGO:
- ¡ÁNIMO,
CABALLITO, YA QUEDA POCO!
FINALMENTE,
EL CABALLITO DE MAR QUEDÓ LIBERADO DE LAS GARRAS DE ESA TERRIBLE MARAÑA DE
CUERDAS QUE LO APRISIONABAN. SU CUERPO ESTABA HERIDO Y SU ALETA ROTA. PERO
PODRÍA RECUPERARSE Y VOLVER A NADAR.
EL PECECITO
NO COMPRENDÍA POR QUÉ LOS HOMBRES HABÍAN HUNDIDO BARCOS EN EL MAR DISPARANDO
SUS CAÑONES. TAMPOCO COMPRENDÍA POR QUÉ TIRABAN REDES EN LAS QUE QUEDABAN
ATRAPADOS MUCHOS SERES VIVOS DEL MAR, COMO LE HABÍA SUCEDIDO A SU AMIGO.