¿Por qué empezar a educar a niños tan pequeños?
En los primeros años de la infancia el cerebro del niño tiene una alta capacidad para crear nuevos circuitos neuronales en base a los nuevos aprendizajes y las experiencias vividas. Es lo que se conoce como plasticidad cerebral.
Este sería el principal objetivo de la intervención educativa temprana: “entrenar” y estimular el cerebro en el momento crítico en que el niño empieza a pronunciar sus primeras palabras, a desplazarse y a explorar el mundo por sí mismo. Pero, además, la Educación Temprana también se va a asegurar de que el pequeño alumno pueda extraer el mayor provecho del proceso de aprendizaje y que adquiera nuevas estrategias eficaces en la manera de interactuar con su entorno. En definitiva: que el niño aprenda a aprender.
Los programas de Estimulación Temprana o precoz inciden en las tres áreas del neurodesarrollo claves en estas edades:
– El desarrollo psicomotor y su autonomía personal
– El desarrollo del lenguaje y comunicación
– Sus habilidades para relacionarse con el entorno físico y social
https://www.unir.net/educacion/revista/estimulacion-temprana/