La energía necesaria para contraer nuestros músculos y por lo tanto para realizar cualquier actividad física proviene de una sóla fuente, el ATP. Cuando el ATP se rompe en ADP (adenosín difosfato) y Pi (fosfato) se libera energía, y esta es la energía que se usa para contraer los músculos.
El cuerpo tiene distintos caminos para producir el ATP; porque sólamente se puede almacenar en el músculo una cantidad reducida de ATP. Esta cantidad solo permite unos cuantos segundos de máximo esfuerzo muscular.
El ATP debe ser suministrado a los músculos de forma continuada durante el esfuerzo muscular. Hay tres maneras en las que el cuerpo produce el ATP, todas ellas tienen lugar de forma predominante en las mitocondrias celulares o en el caso de los musculos el reticulo sarcoplasmatico
MECANISMOS ANAEROBICOS
MECANISMOS AEROBICOS
Sistema de fosfágeno: La rotura química de la fosfocreatina (PC)
Glicólisis anaeróbica
Fosforilación oxidativa (ciclo de Krebs y transporte de electrones)
El glucógeno se rompe para proporcionar energía para la formación del ATP y a su vez forma el ácido pirúvico. De manera adicional, algo de glucosa de la sangre se utiliza en el proceso, así como glucógeno intramuscular.
Dado que la fosfocreatina es utilizada para reconstruir el ATP roto al producir energía, los depósitos de ATP se mantienen constantes durante los primeros segundos de contracción muscular, pero al final los depositos de fosfocreatina se agotan.
Uno de los productos de este mecanismo es el ácido láctico, que se genera por la conversión del ácido pirúvico.
La fosfocreatina (PC), está almacenada en el músculo así como una pequeña reserva de ATP. Un músculo descansado contiene unas 5 veces más fosfocreatina que ATP.
la fosfocreatina al romperse libera energía que es utilizada para recombinar el ADP y P y formar de nuevo ATP. Todo este proceso sucede en una fracción de segundo y por lo tanto proporciona al músculo una energía rápida que se va renovando.
Este mecanismo puede proporcionar más energía en total que el sistema de fosfágeno, pero no de forma tan rápida. Por ello, la glicólisis anaeróbica es la vía de energía principal para las contracciones musculares que duran entre los 30 y 60 segundos.
La energía liberada en estas reacciones se captura como un gradiente de protones, el cual se utiliza a su vez para para formar ATP en un proceso llamado quimiosmosis. En conjunto, la cadena de transporte de electrones y la quimiosmosis constituyen la fosforilación oxidativa.