La caries dental es el daño que le puede ocurrir a un diente cuando las bacterias que la causan se encuentran en la boca producen ácidos que atacan la superficie del diente o esmalte.
La prevalencia de caries es mas alta en niños que en adultos, se puede deber a múltiples factores.
Higiene oral deficiente: si no se lavan los dientes o se hace de forma inadecuada, por ejemplo no accediendo a las zonas interdentales o la línea de las encías, se favorece el depósito y acumulación de placa bacteriana sobre el esmalte de las piezas dentales y, por tanto, su actividad.
Dieta rica en azúcares y carbohidratos: el azúcar y el abuso de hidratos de carbono, especialmente si se ingiere fuera de las comidas, favorece la actividad de las denominadas bacterias caraiogénicas, facilitando la liberación de ácidos que desmineralizan el esmalte y la dentina y, por tanto la formación de caries.
Sequedad bucal: la saliva ayuda a eliminar las bacteria de la cavidad oral, por lo que los factores que promueven la pérdida de flujo salival o sequedad de boca (tabaco, alcohol, trastornos de las glándulas tiroideas y otras enfermedades y tratamientos médicos) aumentan la actividad bacteriana que acaba en la formación de caries.
Flúor: el flúor es necesario para remineralización de los dientes. De ahí la necesidad de utilizar dentífricos con este mineral en la higiene dental.
Falta de información: la falta de información sobre la salud dental lleva a no educar conveniente a los niños desde el primer momento sobre la importancia de la higiene oral y cómo realizarla para evitar complicaciones como la caries o la enfermedad periodontal, entre otras.