La formación de maestros con capacidad de analizar los fenómenos diarios, de interpretar, describir y comprender las realidades sociales de manera que transforme la sociedad desde una conciencia política, histórica y social.
el lenguaje como habilidad básica del maestro cobra protagonismo como herramienta que posibilita la toma de conciencia de sí mismo y contribuye en el control voluntario de las acciones para la reflexión pedagógica.
Las competencias, los saberes, conocimiento y la comprensión tienen sus raíces en la interacción social, a partir de las experiencias formativas generadas en las aulas de clase. El currículo debe responder a las directrices gubernamentales y apuntar a la formación de competencias docentes.
El plan de estudios se enmarca en los principios pedagógicos de educabilidad, enseñabilidad, pedagogía y contexto. Las estrategias metodológicas a utilizar son preguntas problematizadoras por unidad temática, procesos de metacognición, reflexión pedagógica, resolución de problemas, disertación y diálogo.
Se direcciona por medio de un proceso de diálogo, comprensión y mejora constante que se realiza a partir de los desempeños y competencias alcanzadas y no de las deficiencias encontradas.
Se propende por un aula dialógica y un maestro democrático. El docente como guía y orientador del estudiante, quien construirá su conocimiento a través de la interacción y desarrollará capacidades de autonomía, liderazgo, investigación y pensamiento crítico.