La orientación es un proceso de ayuda técnica
en el que se acompaña y orienta al adolescente para favorecer decisiones
reflexivas, autónomas y críticas, dentro del contexto social. El desarrollo de
una acción tutorial, demanda un buen conocimiento de los alumnos, así como
también poner en juego procesos de negociación y mediación que conforman
instancias de cooperación. La acción tutorial supone una mejor calidad de la
enseñanza tanto en la organización institucional de la escuela como en la tarea
cotidiana del aula,
Caldeiro, G. (2016).
La función de tutor puede resumirse en el
desempeño de las siguientes tareas: orientadora y académica. La primera
centrada en el área afectiva y la segunda toma su centro en el ámbito
cognoscitivo.
Función orientadora
La orientación debe integrarse en el proceso
educativo de los alumnos como ayuda continua, de forma tal, que éste pueda
adoptar las alternativas pertinentes a su estudio y personalidad. La
orientación didáctica, como función básica de las tutorías, toma su eje en la
comprensión y aplicación de los contenidos abordados, la administración y la
ayuda de adquisición de hábitos de estudios (estrategias de cognición y
metacognición) y de comunicación, Escalona, M.
(2016).
Las funciones de orientación deben llevar las
siguientes notas: Integralidad (dirigida a todas las dimensiones del
estudiante): Universalidad (orientada a todos los individuos tutorados);
Continuidad (realizada a lo largo de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje);
Oportunidad (deberá atender de manera especial a los momentos críticos del
proceso: inicio de clases y evaluación final); Participación (coordinación y
participación de todos los tutores implicados).
Para mantener vivo el interés del alumno, el
tutor que actúa como orientador o facilitador del aprendizaje y cuya
intervención se manifiesta en las ayudas didácticas necesarias para
seleccionar, ejecutar y evaluar diversas estrategias trabaja guiándole e
incentivándole a continuar aprendiendo, investigando y resolviendo cuestiones
por sí solo, es decir, fortaleciendo su autodirección y autorregulación,
Escalona,
M. (2016).
Objetivos y funciones de la tutoría:
Educar y ayudar al individuo a crecer en una
sociedad que le acepta y le facilita la adquisición de los medios para
desarrollarse adecuadamente.
La acción tutorial como actividad educadora,
pretende reforzar las actuaciones tanto de profesores, padres y alumnos como de
todo el personal que incide directa o indirectamente en la educación.
Objetivos de la tutoría:
Proporcionar una orientación educativa adecuada
a los estudiantes
Prestar soporte a los profesores en la dinámica
de la acción tutorial en el centro
Proporcionar a los profesores información y
formación
Regular la planificación y la organización de
los planes de acción tutorial
Intercambiar experiencias de diferentes centros
con la finalidad de reforzar la figura y las actuaciones de los tutores,
propiciando la coherencia, Caldeiro, G. (2016).
El objetivo del tutor en esta modalidad es el
apoyo temporal que brinda a los alumnos para permitir, en un espacio real o virtual,
que éstos ejecuten su nivel justo de potencialidad para su aprendizaje, más
allá de la competencia corriente de habilidades que poseen y con las cuales
ingresan en la situación de enseñanza, Marisa Pagano, C. (2008).
La primera tarea que debe desarrollar un tutor
es lograr confianza en el alumno en cuanto al sistema de educación a distancia,
orientándolo en su metodología. Por ello, el tutor debe conocer los fundamentos
de la formación a distancia, las funciones que debe cumplir y las estrategias a
emplear en la mediación pedagógica, Marisa Pagano, C. (2008).
El tutor enseña, orienta, e integra al alumno
en el sistema. Por lo que un tutor efectivo en el cumplimiento de su rol
debería poseer los siguientes atributos:
Empatía: para lograr «sintonizar» con sus
alumnos a pesar de la disociación del tiempo y el espacio, característica de
los procesos de educación a distancia y de la multiplicidad de estilos
personales de los alumnos.
Proacción: para lograr «sortear» los obstáculos
y resistencias que se presenten en tanto de tipo tecnológico como humano.
Ser buen anfitrión: pues debe ser quien
introduzca y mantenga motivados a los alumnos en esta modalidad.
Maestría comunicativa: ya que debe manejar
todas las posibilidades y alternativas de comunicación en los distintos
soportes, siendo lo más claro posible a fin de no distorsionar la esencia de
los mensajes. Debe, a su vez, ser mediador entre las múltiples comunicaciones
generadas por la interacción entre los alumnos y él.
Expertos didáctica: que le permita seleccionar
los contenidos y diseñar las actividades más pertinentes para el logro de los
objetivos propuestos ajustándose al perfil del grupo de alumnos, Marisa Pagano, C.
(2008).
Las características de la acción tutorial en la educación a distancia
son las siguientes:
Se desarrolla alrededor del alumno. Es éste
quien decide el ritmo de aprendizaje, la profundidad o el sentido de las
orientaciones, aclaraciones o refuerzos que necesita.
No es imprescindible para que el aprendizaje se
produzca.
Actúa como mecanismo potencial de
intermediación entre los materiales y sistemas de comunicación didáctica y los
alumnos.
No controla los aspectos básicos de diseño y
planificación del curso, aunque puede influir en ellos mediante su actividad
mediadora.
Lleva a cabo la evaluación de acuerdo con
procedimientos previamente establecidos
Orienta en aspectos no estrictamente didácticos
(administrativos, de relación con la institución docente, de apoyo ante las
dificultades que plantea el estudio...), La tutoría en educación a distancia: concepto y
tipos. (2016).
La formación docente en la Tutoría Virtual es
muy importante para establecer procesos de reflexión e investigación sobre los
tutores virtuales que favorezcan los nuevos procesos formativos generadores de
una enseñanza virtual y real.
Las
Tutorías Virtuales nos abren un camino hacia una nueva educación y a la democratización
del acceso a la educación, sin las limitaciones de tiempos y espacios, posibilitando
el aprendizaje permanente para conseguir establecer una enseñanza de calidad con
las nuevas herramientas tecnológicas, por lo que se debe iniciar la educación o
formación docente en concepciones y nuevas prácticas pedagógica realizando un
cambio de actitud ante los involucrados, planificando su utilización,
observándolos como puentes de unión entre la educación y el desarrollo de la actividad
laboral en la vida real, Jiménez Estévez, O. & Casique García, C. (2003).
El rol del tutor es de fundamental importancia
en la educación a distancia, es a través de él como se pretende personalizar
la educación mediante el apoyo sistemático y organizado. Su intervención debe
estimular y orientar al alumno, facilitando las situaciones de aprendizaje y
ayudar a resolver los distintos tipos de dificultades, Marisa Pagano,
C. (2008).