Es un componente básico del desarrollo perceptivo-motor que puede dividirse en dos subcategorías
Está instrincadamente relacionado con la interacción coordinada de diversos sistemas musculares y modalidades sensoriales.
La capacidad para diferenciar entre las partes del cuerpo y obtener una mayor comprensión de la naturaleza.
A través de éste los niños son capaces de dar dimensión a los objetos en el espacio externo.
El conocimiento de cuánto espacio ocupa el cuerpo.
La capacidad para proyectar el cuerpo efectivamente hacia el espacio interno.
La lateralidad se refiere al conocimiento o sentir interno de las diversas dimensiones del cuerpo con respecto a su localización y dirección.
Los términos coordinación ojo-mano y coordinación ojo-pie reflejan la interrelación de esos procesos.
La imagen corporal tiene que ver con la representación interiorizada que tiene el niño o niña de su cuerpo y el grado hasta el cuál esa imagen corresponde con la realidad.
Los preescolares tienden a determinar las localizaciones de los objetos con relación a donde están parados.
El conocimiento de cuanto ocupa el cuerpo y la relación del cuerpo con los objetos externos puede desarrollarse mediante una variedad de actividades de movimiento
Con práctica y experiencia el niño progresa de su mundo egocéntrico de localización de todo en el espacio externo con relación a si mismo (localización subjetiva).
El establecimiento de un marco de referencia objetivo (Localización objetiva)
El autoespacio se refiere al área que rodea de manera inmediata a un individuo y está limitada por qué tan lejos puede extender el cuerpo desde un punto fijo del suelo.