La shigella dysenteriae produce una exotoxina termolabil que afecta tanto al intestino
como al sistema nervioso central. S. dysenteriae produce una exotoxina, la toxina Shiga.
Al igual que la toxina producida por ECEH, la toxina Shiga tiene una subunidad A y cinco
subunidades B. Las subunidades B se unen a un glucolípido de la célula del organismo
anfitrión (GB3) y facilitan la transferencia de la subunidad A hacia el interior de la célula.
La subunidad A escinde el ARNr 28S de la unidad ribosóm ica de 60S, evitando de este m
odo la unión del aminoacil-ARN de transferencia y alterando la síntesis de proteínas.
La principal manifestación de la actividad de la toxina son los daños
ocasionados al epitelio intestinal; sin em bargo, la toxina Shiga
puede causar daño en las células endoteliales glomerulares en un
pequeño núm ero de pacientes, lo que da lugar a insuficiencia renal
(SHU).
Afectan el tubo digestivo, la
invasión a la circulación
sanguínea es poco
frecuente
Shigella sonnei
Shigella flexneri
Shigella boydii
La patogenicidad de Shigella está asociada a su habilidad de invadir y colonizar el epitelio intestinal
humano mediante factores de virulencia (como IpaB e IpaC). Forma poros a través de la membrana
de las células del epitelio intestinal, permitiendo la penetración de la bacteria al citoplasma del
enterocito. Luego se multiplican e infectan células adyacentes a través de protrusiones, sin tomar
contacto con el medio extracelular, destruyendo las células del huésped.