El término Abdomen agudo se aplica a cualquier cuadro clínico cuyo
síntoma primordial es un dolor abdominal de presentación aguda,
con o sin otra Sintomatología acompañante.
No incluye la exacerbación aguda de una
afección crónica, por lo que es necesario que el
paciente se encuentre previamente bien.
Su etiología es múltiple y no
siempre de origen abdominal
Constituye uno de los motivos más
frecuentes de consulta en los
servicios de urgencia
Puede expresar una situación patológica grave que,
con frecuencia, requiere tratamiento quirúrgico urgente
y puede poner en peligro la vida del paciente si no se
establece un diagnóstico precoz.
De entrada, más que un diagnóstico
preciso interesa separar los pacientes
en tres grupos:
abdomen agudo de tipo médico que
no necesita cirugía
abdomen agudo quirúrgico
abdomen agudo en observación que
debe reevaluarse unas horas después.
Etiopatogenia
Las causas extraabdominales
corresponden a menos del
10% de los casos
El abdomen agudo de origen
Intraabdominal, se clasifica en:
Por distensión de
superficies viscerales.
Inflamatorio
Obstrucción
mecánica
Isquémico
Traumático
Abdomen agudo de
índole inflamatoria
Provoca un dolor de tipo somático,
por irritación del peritoneo
Por lo que el paciente suele
estar quieto.
Es un dolor continuo, bien localizado y
que aumenta con los movimientos y con
los incrementos de presión abdominal
(tos, esfuerzos, etc.).
Esta irritación peritoneal puede producirse
por diversos agentes: Contenido
gastroduodenal, intestinal o biliar - Pus o
contenido colónico – Sangre u orina.
Contenido gastroduodenal,
intestinal o biliar:
Ocurre por perforación o rotura de
alguna de estas vísceras.
Se produce una peritonitis, inicialmente
química, que cursa con dolor muy intenso y
gran contractura abdominal.
El estado general puede mantenerse
aceptable durante algún tiempo
Pus o contenido colónico
Aparece por perforacion apendicular o
diverticular, perforaciones de colon, etc.
En estos casos, la peritonitis es
inicialmente bacteriana.
La contractura abdominal es menos intensa que en el
caso anterior, pero el estado general se afecta mas
precozmente, con riesgo de shock séptico.
Sangre u orina
Se da en el hemoperitoneo
y en la rotura vesical
intraperitoneal, la irritación
peritoneal es menor que en
los casos anteriores; puede
faltar la contractura
abdominal
por obstrucción mecánica
de víscera hueca
En este caso, el dolor es de tipo visceral, mal
localizado, no se modifica con los movimientos ni con
los incrementos de presión abdominal.
Con frecuencia se acompaña de una reacción vagal:
nauseas, vómitos, sudación profusa, hipotensión.
Obstrucción intestinal
El dolor suele localizarse en la región
periumbilical o ser difuso.
Al principio es intenso y se presenta en crisis,
pero a medida que progresa la obstrucción, el
intestino se dilata, pierde el tono muscular y el
dolor se hace menos intenso y más continuo.
Cuando existe estrangulación por compromiso
vascular, se irrita el peritoneo y el dolor es
continuo y bien localizado.
Las causas más frecuentes son:
adherencias postoperatorias, hernias
abdominales y neoplasias
estenosantes de colon.
Obstrucción biliar:
El dolor es cólico, se localiza en hipocondrio
derecho y epigastrio e irradia en hemicinturón
hacia la espalda y la punta de la escápula
derecha aunque, en ocasiones, el paciente lo
refiere únicamente en el epigastrio
La causa más frecuente es la
litiasis biliar.
Obstrucción urinaria
Cuando se obstruye el uréter, el
dolor es cólico e intenso.
Se localiza a lo largo del trayecto ureteral
(fosa lumbar, flanco y fosa iliaca), se irradia
hacia los genitales (testículo o labio mayor).
Se acompaña con frecuencia de un gran
componente vegetativo y reflejo que puede
producir un íleo paralitico.
La causa mas frecuente es la
litiasis renal.
En cambio, la retención aguda de orina por obstrucción
vesical produce un dolor sordo, localizado en hipogastrio y
acompañado de globo vesical.
Cuadro clínico
Lo primero es valorar la
gravedad del paciente
Estado general
Respiración, pulso,
presión arterial
Estado de conciencia
Es aconsejable no administrar analgésicos
ni sedantes, para no enmascarar el cuadro.
El primer paso, y el mas importante, es
realizar una anamnesis y una
exploración física meticulosas.
Anamnesis:
Dolor abdominal
Es importante valorar la forma de comienzo del
dolor, brusca o gradual, su localización e
irradiaciones, su carácter somático o visceral.
Un dolor de carácter lancinante localizado en el trayecto de un
nervio y acompañado de lesiones cutáneas vesiculosas es
característico del herpes zoster
Si solo aparece con determinadas posiciones o movimientos y
aumenta al presionar la zona dolorosa, sugiere un origen
muscular inflamatorio o traumático, especialmente si se
presento tras realizar ejercicios físicos no habituales.
Síntomas y signos
acompañantes
Náuseas y
vómitos
ocurre en la apendicitis aguda, el
cólico biliar o el cólico ureteral.
Se presentan al poco tiempo de comenzar
el dolor, aunque siempre después de este.
Son de contenido alimenticio, gástrico o
biliar y suelen cesar en cuanto se vacía el
estomago
En la obstrucción intestinal constituyen, junto al cierre
intestinal y la distensión abdominal, un síntoma fundamental
para su diagnóstico. En las obstrucciones altas son precoces
y de contenido gástrico o biliar; en cambio, en las
obstrucciones bajas son de presentación tardía y de
contenido intestinal o fecaloideo.
Alteraciones del
hábito intestinal
El abdomen agudo inflamatorio suele cursar con estreñimiento por íleo
paralitico, aunque en algunos casos de apendicitis aguda puede haber
diarrea. El cierre intestinal completo es característico de la obstrucción
intestinal
Fiebre
La fiebre alta desde el inicio del cuadro, que
precede incluso al dolor, debe hacer pensar
en gastroenteritis aguda.
Fiebre posterior al dolor, es un dato clínico precoz en el
abdomen agudo infeccioso (apendicitis, diverticulitis,
colecistitis, etc.), donde su intensidad se relaciona con el
estadio evolutivo del proceso.
Shock:
Si se presenta precozmente, tiene gran interés diagnostico, ya que
anuncia un cuadro grave (ej: hemoperitoneo importante, rotura de
aneurisma de aorta abdominal, pancreatitis etc)
Síntomas
ginecológicos
Si el dolor ocurre en la mitad del ciclo menstrual hay
que descartar una ovulación dolorosa que puede
producir un pequeño hemoperitoneo.
Síntomas urológicos
El síndrome miccional es muy frecuente en
el cólico ureteral, aunque también se
presenta en algunas apendicitis agudas.
EXPLORACION
FISICA
Inspección
Un paciente inmóvil sugiere
dolor somático por irritación
peritoneal.
Un paciente agitado que no
deja de moverse sugiere
dolor visceral por
obstrucción de víscera hueca
La palidez intensa debe hacer
pensar en hemoperitoneo.
La ictericia orienta hacia la
patología hepatobiliar.
En las peritonitis se puede
apreciar la escasa movilidad de
la pared abdominal durante la
respiración, que será
fundamentalmente torácica.
La distensión abdominal sugiere
obstrucción intestinal.
La equimosis periumbilical
(signo de Cullen) y en los
flancos (signo de
Gray-Turner) se puede ver en
los cuadros de pancreatitis
necro hemorrágica y
hemoperitoneo.
PALPACION
Maniobra de descompresión o signo de
Blumberg: dolor provocado al descomprimir
bruscamente la fosa iliaca derecha
En los casos sin irritación peritoneal
debe explorarse la existencia de
dolor a la palpación profunda en
determinados puntos:
Punto de McBurney en la
apendicitis aguda
Palpación de una masa abdominal tiene
gran valor diagnostico, absceso-plastron
apendicular (fosa iliaca derecha).
Globo vesical (hipogastrio).
Auscultación
En la obstrucción intestinal se aprecia
aumento del peristaltismo con ruidos
metálicos y chapoteo abdominal.
El aumento del peristaltismo
también se presenta en la
gastroenteritis
En la mayoría de los casos de
abdomen agudo existe
hipoperistaltismo como
consecuencia de la irritación
peritoneal.
EXAMENES
COMPLEMENTARIOS
Análisis de sangre
Hemograma con recuento y
fórmula leucocitaria: leucocitosis
apendicitis
Determinación de
electrolitos: en los casos
de vómitos y diarrea
Glucosa: por
cetoacidosis
diabética
Urea y creatinina:
función renal, es caso de
deshidratación suelen
estar elevadas.
Amilasa: función pancreática
Gasometría: función
respiratoria y acidosis.
Análisis de orina: Para descartar
nefropatía, infección urinaria,
diabetes y pancreatitis.
Test de embarazo
Electrocardiograma
Permite, junto a unas
troponinas normales, descartar
un infarto de miocardio.
Radiología simple
de abdomen
Patrón aéreo intestinal: La dilatación
moderada de intestino delgado y colon,
con aire en la ampolla rectal, sugiere
íleo paralitico generalizado (peritonitis
aguda difusa).
La dilatación moderada de asas
limitada a una zona del abdomen
sugiere íleo paralitico regional
(apendicitis aguda, pancreatitis
aguda, etc.)
Aire libre extraintestinal
(neumoperitoneo): Confirma la
sospecha de perforación de visceral
hueca.
Para ponerlo de manifiesto, la
radiografía debe hacerse con el
paciente en bipedestación y tras una
espera de varios minutos.
Calcificaciones patológicas: Litiasis
biliar o urinaria, calcificaciones
pancreáticas, aneurisma aórtico, etc.
Fracturas óseas: En el abdomen agudo
traumático, la fractura de los arcos
costales se acompaña con frecuencia de
lesiones en el hígado o en el bazo.
Ecografía abdominal
Constituye la aportación más
importante al diagnóstico del
abdomen agudo en los últimos años.
Proporciona información muy fiable en
la valoración de litiasis biliar y urinaria,
apendicitis aguda, colecistitis aguda,
colecciones líquidas y masas intra
abdominales.
Exámenes
radiológicos
La TC y la RM están indicadas
cuando se sospecha la rotura de un
aneurisma de aorta y para controlar
la evolución de una pancreatitis
necro hemorrágica y sus
complicaciones.
También pueden ser útiles en la valoración
de masas intra abdominales y para el
diagnóstico de algunos procesos
inflamatorios, como la diverticulitis aguda y
la apendicitis aguda.
Laparoscopia
Permite diagnosticar el origen del
cuadro entre el 80%-99% de los casos