Se trata de obras que desde la historia de la literatura nos ubican en un pasado del cual las novelas dan su propia versión. La narrativa se encargó de hacer explícita la intención de la literatura de participar de los diversos relatos sobre el pasado. Desde la perspectiva de la escritura las novelas históricas se propusieron como el vehículo narrativo adecuado para la representación de un modelo nacional en su forma particular de jugar con la distancia del tiempo, con el recuerdo y la memoria.