Todas las emociones tienen alguna función que las
hace útiles y permite que las personas ejecuten con
eficacia las reacciones conductuales apropiadas,
independientemente de la cualidad placentera que
puedan generar; pues incluso las emociones más
desagradables tienen funciones importantes en la
adaptación social y el ajuste personal.
Funciones adaptativas : Una de las
funciones más importantes de la emoción
es la de preparar al organismo para que
lleve a cabo eficazmente una conducta
determinada que pueda responder a las
exigencias ambientales, movilizando la
energía necesaria para ello, dirigiendo
dicha conducta hacia un objetivo
determinado.
Funciones sociales: La expresión de las emociones
facilita a las personas interactuar con otros, permite a
los demás predecir el comportamiento asociado con las
mismas y favorece procesos de relación interpersonal.
La manifestación emocional es saludable y beneficiosa
y favorece la creación de redes de apoyo social. Por otro
lado, la propia represión de las emociones también
representa dicha función social, pues por múltiples
factores, algunas personas prefieren ocultar sus
emociones a otros, limitando que se genere cierta
intimidad en sus relaciones sociales.
Funciones motivacionales: La relación
entre emoción y motivación es íntima,
ya que se trata de una combinación
entre dirección e intensidad. La
emoción llena de energía la conducta
motivada y una conducta dotada de
alguna emoción, se realiza de forma
más intensa.
Una emoción es un estado complejo del
organismo caracterizado por una excitación o
perturbación que predispone a una respuesta
organizada. Las emociones se generan como
respuesta a un acontecimiento externo o
interno”.
Tipos de Emociones
Las emociones básicas o primarias: son
aquellas innatas en el ser humano. Se
transmiten por herencia genética y no
dependen ni de la sociedad en la que
vivamos ni de la cultura ni la experiencia
vivida.
Las emociones secundarias: son
un grupo de emociones que siguen
a las primarias. Ejemplo, cuando
experimentamos la emoción del
miedo después podemos sentir las
emociones secundarias de
amenaza o enfado, dependiendo,
claro está, de la situación que
estemos viviendo.
La felicidad: Favorece la recepción
e interpretación positiva de
diversos estímulos ambientales.
La ira: ha sido íntimamente
relacionada con la hostilidad
y la agresividad, como un
componente emocional, la
hostilidad hace referencia al
componente cognitivo y la
agresividad al conductual.
El Miedo: Se trata de una de las
emociones más intensas y
desagradables. Genera aprensión,
inquietud y malestar.
El Asco: Genera respuestas de
escape o evitación de situaciones
desagradables o potencialmente
dañinas para la salud.
La Sorpresa: Se trata de una reacción
emocional neutral, que se produce de
manera inmediata ante una situación
novedosa o extraña y que se disipa
rápidamente, dando paso a las
emociones congruentes con dicha
estimulación.
La Tristeza: Promueve el aislamiento físico o
psicológico y la sensación de pérdida o
fracaso.