La persona está llamada y orientada a algo más de sí misma, a algo
que la trascienda, algo más allá del placer, la riqueza, el poder , es
un sentido desde el que poder caminar hacia su plenitud. La
persona puede encontrar sentido en el desarrollo de nuestros
dones, en la vocación; también respondiendo creativamente a lo
que nos sucede y en el encuentro con los demás.
EN LA
VOCACIÓN
Es desde sus propios dones, es la forma en que
se concreta para cada uno la llamada a ser
plenamente persona. La vocación personal es
fuente de sentido, orientadora de la biografía
personal, así la persona se descubre a sí misma,
como alguien que está llamado a mucho más que
simplemente que estar en la existencia.
La persona se descubre al actualizarse
y perfeccionar todo lo que es, se
experimenta la vocación como
aspiración, un sentido que anima todo,
llama a unificar su vida y darla-de-sí en
una dirección determinada, marca la
propia identidad.
EL ENCUENTRO COMO FUENTE DE
SENTIDO
se da con las otras personas, es
siempre una fuente de luz,
porque el otro está ante mí de
modo demandante, es fuente de
descubrimiento y de realización
de lo valioso,
Es una experiencia de amor que es
pilar fundamental en una antropología
de la comunidad matrimonial y de la
familia, siendo estas comunidades
fuentes de sentido.
ACTITUDES ANTE LO
QUE SE
HACE PRESENTE
El sentido se encuentra mediante lo que se hace
presente en la vida de la persona y ante lo que hay que
dar respuesta, unas veces consiste en cambiar la
realidad, otras en modificarlas cognitivamente o
afectivamente las actitudes interiores y en otros casos
cuando lo que se presenta lo hace como inevitable,
donde la respuesta consistirá en la aceptación creativa.
La persona debe hacerlo partiendo
de la circunstancia real en la que
está, en cada circunstancia es
posible encontrar un sentido.
Cada circunstancia dentro de ella,
tienen un sentido, tienen siempre un
para qué que se puede descubrir, y la
tarea de la vida es descubrirlo y luego,
comprometerse con él.
La persona sólo crece mediante
el compromiso con aquello que
es fuente de sentido.