La Política, lógica y método en las
ciencias sociales
1.4. Ellenguaje común; Retomemos el hilo de nuestra exposición. Nos hemos propuesto aclarar qué esel conocimiento científico a diferencia del conocimiento filosófico,
haciendoreferencia a ciertas modalidades en el uso del lenguaje. Pero antes de hablar de "losusos especiales "del lenguaje", tendremos queponernos de acuerdo sobre el lenguaje de
base, sobre el uso común, esto es, sobre ellenguaje materno, que es el mínimo común denominador de todo lo demás.
El primer inconveniente es que no nos preocupamos de definir las palabras queempleamos; de ese modo, todo
discurso resultante vago, genérico, y si escapa a loslímites de una comunicación elemental, corre el riesgo de
generar importantesmalentendidos. Todos dan por sentado que cada palabra posee para el otro el
mismosignificado que para ellos; pero lo más probable es que no sea realmente así, pues elsignificado que a
cada quien le parece el significado, el único significado, es engeneral el fruto de una experiencia personal
extremadamente parcial y circunscrita.
Los defectos del lenguaje corriente se pueden recapitular de este modo: 1) elvocabulario al que
recurre es extremadamente reducido e insuficiente; 2) laspalabras quedan indefinidas, y con
frecuencia llegan a ser indefinibles (al menos conla debida precisión); 3) las uniones entre las frases
suelen establecerse de unamanera arbitraria y hasta cierto punto desordenada, al tiempo que las
conclusionesde las argumentaciones se instauran con anterioridad al iter demostrativo quedebería
sustentarlas.
1.1. Pensamiento y acción: La política es el "hacer" del
hombre que, más que ningún otro, afecta einvolucra a
todos. Ésta no es una definición de la política. 1 Es para
proclamar desdeel principio que lo que me interesa es
llegar al hacer, a la praxis. Pero el hacer delhombre
está precedido de un discurso
La filosofía política, y más precisamente las "filosofías de la política", fueronla principal fuente de
inspiración de la teoría política hasta hace alrededor de unsiglo. Todavía hoy gran parte de los
planteamientos de los problemas políticos defondo están referidos, aun sin saberlo, a los
planteamientos que recibieron estosproblemas en el dominio especulativo.
El discurso común sobre la política. En seguida veremos con más detenimientoqué se debe entender
por "discurso común" u ordinario. Pero debe advertirse desdeya que en su versión política, el discurso
común puede asumir muy sensiblestonalidades emotivas, y hasta convertirse en un discurso
ideológico-emotivo. Encuanto sujetos empeñados activamente en la lucha política, todos terminamos
porargumentar en forma pasional.
1.2. Grosso modo, el lenguaje es un universo de signos (convencional) provistosde significados. De
otro modo: el lenguaje está constituido por palabras ysignificados.
La comunicación lingüística habilita a los hombres a entenderse; pero esevidente que, si no nos
ponemos periódicamente de acuerdo sobre el significado quele atribuimos a una cierta palabra en
relación con determinados contextos, lacomunicación nos lleva simplemente a los malentendidos.
La filosofía (las filosofías) utiliza (n) su propio vocabulario técnico, en el cuallas palabras, aun las más
comunes, asumen un contenido significante sui generis. Laciencia, toda ciencia, hace otro tanto: su
vocabulario se inviste de cierta modalidadcaracterística del significado.
1.3. Dimensión emotiva y dimensión lógica: La división primera y más elemental debe hacerse entre
significado emotivo ysignificado lógico de las palabras. Vale decir, entre dimensión emotiva y
dimensiónlógica de un mismo lenguaje. Recurramos a un ejemplo que busca presentar doscasos
límites: la poesía y la filosofía. Casos límites, precisamente, de un usodiferente por completo de las
mismas palabras
La lógica de unapoesía es, por decirlo así, una lógica estética, lírica, retórica, sustentada eninflexiones
fonéticas: ritmo, aliteraciones, asonancias, metáforas, etc. En suma, lapoesía es pathos, sin logos. El
lenguaje lógico se encuentra en el extremo contrario
buscamos un sujeto, un verbo, un predicado, exigimos que cada proposición seainequívoca y que
todas las proposiciones que constituyen una demostración seanlógicamente congruentes entre sí.
1.5. Recepción seudocognoscitiva Se objetará que también la conversación corriente contiene un número muyelevado de
proposiciones cognoscitivas, de aserciones sobre problemas. Cierto; pero estasproposiciones son recibidas y no
producidas por el lenguaje común. Es cierto que enel lenguaje corriente hallamos satisfacción para la necesidad de
conocimiento; peroello porque él encierra proposiciones formuladas no en el dominio del lenguaje común, sino en el de
los lenguajes especiales. Pero el problema reside en que muy amenudo el lenguaje corriente no llega a recibirlas
adecuadamente. Y esto no puedellamar la atención; si aquellas proposiciones cognoscitivas fueron formuladas en
unlenguaje especial, ello obedece a que, de no ser así, no habrían sido descubiertas.
Libertad y necesidad :Los conceptos especulativos, esto es, los elaborados en el dominio del
lenguajefilosófico, se prestan de modo particularmente adecuado para ilustrar qué sucede, omejor
qué puede ocurrir, durante la transmigración de determinadas proposicionesdesde un lenguaje
especial al lenguaje corriente. Tomemos como ejemplo laconocida fórmula que dice: la verdadera
libertad reside en aceptar la necesidad. Esuna proposición de origen hegeliano que pasó a Marx y que
fue retomada de maneradiversa por el neoidealismo y también por el neomarxismo contemporáneo.
Estaproposición fue formulada por la especulación idealista en razón de trespresupuestos y
antecedentes: 1) una lógica dialéctica; 2) una polémica antikantiana 3) la tentativa de conciliar lo
racional con lo real.
El historicismo Segundo ejemplo: se dice de nuestra época que es una edad "historicista". Y sehabla de
"historicidad" y del historicismo hasta en la conversación corriente. ¿Quése entiende por ello? El historicismo
nace con el descubrimiento romántico de lahistoria. Hasta el romanticismo no se decía: "Éste es un producto
histórico", o bien"esto sucede por necesidad histórica". No se lo decía porque semejante explicación -hasta para
un iluminista- no explicaba nada, no hubiese tenido sentido. Sólo desde elromanticismo en adelante se presta
atención y valor explicativo a una necesariaconcatenación histórica.
Pero tomemos literalmente la frase "es la historia la que juzga", poniendoatención ahora a las palabras
y no ya al sentido que éstas tenían para Hegel. Laproposición, ba lo esta nueva luz, se vuelve de una
gravedad incalculable: parecesancionar la ética del hecho consumado.