Antonio Damasio propone una explicación biológica a la actividad mental, en base a los
conocimientos neuropsicológicos actuales. Esto implica que, contrario a lo que propuso Descartes, la
mente sí se rige por las leyes de la materia (causa-efecto): "somos y después pensamos, y pensamos
sólo en la medida que somos, porque las estructuras y operaciones del ser causan el pensamiento".
John Eccles nn su libro "La persona humana en su relación bipolar con el cerebro" (1976), basado en
la existencia de los fenómenos parapsicológicos ("psi"), plantea un modelo en el cual "la mente no es
una entidad física".
Época Moderna (siglo XVII).
Jorge Stahl (Halle-Alemania, 1660-1734). En su obra principal "Theoria Medica
Vera" expone: "todas las manifestaciones de vida solamente son expresiones
de la acción del alma. Lo material en sí es de importancia inferior".
Rene Descartes (1596 - 1650). Quería otorgarle a los razonamientos filosóficos, la misma solidez que
las leyes matemáticas: "por encima de toda duda se encuentra que el pensamiento tiene una
existencia real" (cogito, ergo sum: "pienso, luego existo").
Tomás Willis (1621 - 1675). Describió el anillo arterial de la base del cerebro y seis de los doce nervios
craneanos. Considera la contracción muscular como "una fuerza que es soltada por los nervios a
partir del sistema nervioso central". Localiza la valoración de la verdad, el pensamiento y la memoria
en distintas estructuras cerebrales (Ej. la imaginación se asienta en el cuerpo calloso). Señala que los
nervios que controlan las funciones involuntarias (movimientos del corazón, pulmones, estómago e
intestinos) nacen cerca del cerebelo.
La Antigua Grecia (Siglo V A.C.).
Platón (Atenas, 428-347 A.C.) atribuía a las ideas un grado superior de realidad, siendo los
objetos físicos sólo reflejos imperfectos de estos arquetipos. Hablaba del cuerpo como la
"cárcel del alma", y que ésta se comunicaba con el físico desde el cerebro.
Aristóteles (Estágira, 384-322 A.C.), discípulo de Platón, situaba el pensamiento como producto de la
experiencia del cuerpo. Atribuía el mayor grado de realidad a los objetos sensibles: "lo que hay en el
alma del ser humano son meros reflejos de los objetos de la naturaleza".
Hipócrates (Cos, 460-377 A.C.). Su escuela planteaba que el cerebro, órgano frío y exangüe, tenía por
función condensar la flema sobrante de los diferentes órganos, transformándola en líquido que cae
como lluvia por el cuerpo a través del sistema ventricular y los nervios. La enfermedad era producida
por la acumulación de flema cuando el cerebro no funcionaba bien.