Es considerada la obra maestra de la
literatura italiana y una de las cumbres de la
literatura universal.
Se desconoce la fecha exacta en que fue
escrita, aunque las opiniones más
reconocidas aseguran que el Infierno pudo
ser compuesto (1304 y 1308), el Purgatorio de
(1307 a 1314 ) y, por último, el Paraíso de
(1313 a 1321), fecha del fallecimiento del
poeta.
Es la creación más importante de su autor y
una de las obras fundamentales de la
transición del pensamiento medieval
(teocentrista) al renacentista
(antropocentrista).
En esta obra se resume todo el amplio
conocimiento acumulado durante siglos,
desde los antiguos clásicos hasta el mundo
medieval; su fe religiosa y sus convicciones
morales y filosóficas.
El estilo de la obra posee
un rico lenguaje lleno de
símbolos y frecuentes
referencias a personajes
históricos y de la antigua
mitología.
Esta obra fue prohibida en su
época de creación, ya que esta
hablaba muchas cosas que
impugnaban las ideologías que
había impuesto la religión, por
su influencia.
La Divina comedia es principalmente un poema
religioso, que discute el pecado, la virtud y la
teología, también discute varios elementos de la
ciencia de su época, como por ejemplo: las
implicaciones de una Tierra esférica y las estrellas
visibles en el hemisferio sur o analiza la importancia
del método experimental en la ciencia.
Cada una de sus partes
(Infierno, Purgatorio y Paraíso),
está dividida en cantos, cada
uno consta de treinta y tres
cantos, y más el canto
introductorio suman 100
cantos en total. Cada canto fue
compuesto por estrofas de tres
versos endecasílabos o terza
rima, que se dice, él mismo
inventó (tercetos).
El poema se ordena en función del simbolismo del número 3, que evoca la
Santísima Trinidad (el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo), el equilibrio, la
estabilidad y el triángulo, las tres proposiciones que componen el
silogismo, lo que se sumaba al cuatro, que representaba los cuatro
elementos: Tierra, aire, fuego y agua, dando como resultado el número
siete, como siete son los pecados capitales. Finalmente, el Infierno está
dividido en nueve círculos, el Purgatorio en siete y el Paraíso queda
formado por nueve esferas que giran como los planetas en torno al sol.
Toda la obra está llena de
símbolos que remiten al
conocimiento y al
pensamiento medievales;
religión, astronomía,
filosofía, matemáticas,
óptica, etcétera, que se
encarnan en personajes,
lugares y acciones.
El Paraíso representa el saber y la ciencia divina. El Infierno representa al ser humano frente a sus
pecados y sus funestas consecuencias. El Purgatorio, la lenta purificación de sus culpas hasta la
liberación.
El poema cuenta con un personaje principal:
Dante, que personifica a la humanidad, y
representa la tentación del pecado. Luego
cuenta con dos personajes secundarios:
Beatriz, que personifica la Fe y lleva a Dante a
cada una de las esferas del paraíso, hasta el
Empíreo, espacio inmóvil, donde contempla la
Rosa mística formada por Dios y sus elegidos;
y Virgilio, que hace otro tanto con la razón.