Cuando el alimento es
deglutido por la boca
de la persona o ser
vivo, viaja por la
traquea hasta llegar al
estómago donde la
comida es degradada
con los ácidos que
secreta el estomago,
después de esto pasa
por el intestino grueso
y luego por el delgado
para finalmente ser
desechado lo que no
sirve.