La expresión “propiedad intelectual” se utiliza en términos
amplios para hacer referencia a todas las creaciones del
ingenio humano, y se define como la disciplina jurídica que
tiene por objeto la protección de bienes inmateriales, de
naturaleza intelectual y de contenido creativo, así como de
sus actividades conexas.
La propiedad Industrial es la otra rama en que se ha dividido
tradicionalmente la propiedad intelectual, y se ocupa de la
protección a las invenciones, modelos de utilidad, dibujos y modelos
industriales, marcas de fábrica, lemas y denominaciones
comerciales, circuitos integrados, y en algunas clasificaciones se
incluye la represión a la competencia desleal, si bien no se trata en
este caso del reconocimiento de derechos exclusivos, sino de la
sanción a los actos contrarios a los usos honrados en materia
industrial y comercial.