Los ríos europeos se clasifican en cinco
vertientes, según el océano, mar o lago en el que
desembocan.
Vertiente mediterránea
Salvo el Po, el Ebro y el Ródano,
son ríos poco caudalosos y muy
irregulares. Cuando caen fuertes
lluvias, como sucede en otoño,
pueden llevar mucha agua,
mientras que en verano sufren
un fuerte estiaje.
Vertiente atlántica
Son los más caudalosos de Europa porque atraviesan
zonas con abundantes lluvias todo el año. Por eso,
muchos de estos ríos son navegables en gran parte
del curso.
Vertiente del mar Caspio
son los ríos más largos y caudalosos.
Destaca el Volga, el río más largo de Europa. Su caudal es irregular,
pues proceden en gran medida del deshielo del agua de las
montañas en primavera. Varios embalses lo regulan y es navegable.
Otro río importante es el Ural, que hace frontera con Asia.
Vertiente del mar Negro
Son ríos muy largos y de caudal abundante, sobre todo
en primavera, cuando se funden las nieves. Por eso so
navegables y constituyen importantes vías de
transporte.
Vertiente ártica
Son ríos muy caudalosos y sus aguas
permanecen heladas durante la mitad del
año: de noviembre a mayo. En los meses
restantes son aguas navegables.
Los lagos europeos
El territorio de Europa está salpicado por
numerosos lagos.
El mar Caspio
Se localiza entre Europa y Asia, es el lago de agua
salada más grande del mundo.
Otros lagos Europeos de gran tamaño son el Ladoga y el Onega, situados en el
noroeste de Rusia. Sus aguas permanecen heladas durante los meses de
invierno.
En la mesta de Finlandia existen miles de
pequeños lagos, conectados a menudo
entre sí.
En el sur de Europa hay
pequeños lagos en los
Alpes.