La Iglesia, consciente de que el matrimonio y la familia constituyen uno de los bienes más
preciosos de la humanidad, quiere hacer sentir su voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que,
conociendo ya el valor del matrimonio y de la familia, trata de vivirlo fielmente
La Iglesia al servicio de la familia
La familia, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá
como ninguna otra institución, la acometida de las
transformaciones amplias, profundas y rápidas de la
sociedad y de la cultura.
LUCES Y SOMBRAS
DE LA FAMILIA EN
LA ACTUALIDAD
Necesidad de Conocer la situación
La Iglesia, para cumplir su servicio, debe
esforzarse por conocer el contexto
dentro del cual matrimonio y familia se
realizan hoy
Este conocimiento constituye
consiguientemente una exigencia
imprescindible de la tarea
evangelizadora
Situación de la Familia en el mundo de Hoy
La situación en que se halla la familia presenta aspectos positivos y
aspectos negativos:
Signo, los otros, del rechazo que el
hombre opone al amor de Dios.
Signo, los unos, de la salvación de
Cristo operante en el mundo
Este conocimiento constituye consiguientemente una exigencia
imprescindible de la tarea evangelizadora. En efecto, es a las
familias de nuestro tiempo a las que la Iglesia debe llevar el
inmutable y siempre nuevo Evangelio de Jesucristo
1.2 LUCES Y
SOMBRAS DE LA
FAMILIA EN LA
ACTUALIDAD
Discernimiento evangélico
El discernimiento hecho por
la Iglesia se convierte en el
ofrecimiento de una
orientación, a fin de que se
salve y realice la verdad y la
dignidad plena del
matrimonio y de la familia.
Tal discernimiento se lleva a
cabo con el sentido de la fe
que es un don participado por el
Espíritu Santo a todos los
fieles.
El Sínodo de 1980 continuación de los
Sínodos anteriores
Una señal de este profundo interés de la Iglesia por
la familia ha sido el último Sínodo de los Obispos,
celebrado en Roma del 26 de septiembre al 25 de
octubre de 1980.
En efecto, la familia cristiana es la primera comunidad
llamada a anunciar el Evangelio a la persona humana
en desarrollo y a conducirla a la plena madurez
humana y cristiana, mediante una progresiva
educación y catequesis.
Los Padres Sinodales, al concluir su
Asamblea, me presentaron una larga lista de
propuestas, en las que recogían los frutos de
las reflexiones hechas durante las intensas
jornadas de trabajo, a la vez que me pedían,
con voto unánime, que me hiciera intérprete
ante la humanidad de la viva solicitud de la
Iglesia en favor de la familia,
La familia, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá como ninguna otra institución, la acometida de las
transformaciones amplias, profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura. Muchas familias viven esta
situación permaneciendo fieles a los valores que constituyen el fundamento de la institución familiar