Las grasas y los aceites alimentarios constituyen una fuente muy
importante para la alimentación de los seres humanos y su
demanda se ha incrementado en función del tiempo lo cual no
es un hecho menor ya que el crecimiento de la población
mundial trae aparejado este tipo de necesidades y depara un
desafío permanente (Autino, 2009a).
La importancia de los aceites vegetales comestibles radica
en su alto valor energético, el cual permite el máximo
almacenamiento en la menor cantidad posible de sustancia
alimenticia
Las grasas pueden ser vehículo de las
vitaminas liposolubles y fuente de ácidos
grasos esenciales, los cuales son
indispensables para el organismo.
Además, son excelentes portadores de
sabor incidiendo en la palatabilidad de los
alimentos (Bockisch, 1998).
Composición y estructura de las grasas y
aceites y sus derivados
Los aceites y grasas más comunes están compuestos por un
número pequeño de unidades constitutivas principales, motivo
por el cual la mayoría de las diferentes características puede
atribuirse a la presencia de componentes menores y a la
inmensa cantidad de posibles combinaciones de estas unidades
de construcción (Bockisch, 1998).
Grasa saturada
Esta grasa normalmente es sólida a temperatura ambiente y
en frío. Se encuentra en grandes cantidades en los
alimentos de origen animal como carnes rojas, vísceras y
derivados (embutidos, patés, manteca, tocino), productos
lácteos enteros, nata y mantequilla, así como en algunos
aceites vegetales como los de coco y palma.
Grasa insaturada
Esta grasa normalmente es líquida a temperatura ambiente y en frío. Se
encuentra en aceites vegetales, nueces y otros frutos secos, aceitunas,
aguacate y en la grasa de pescados grasos. Hay dos tipos de grasas
insaturadas: monoinsaturadas y poliinsaturadas. Cuando se usan en lugar de
las grasas saturadas, ayudan a reducir los niveles de colesterol en sangre. La
diferencia es que la grasa monoinsaturada puede elevar los niveles de
colesterol HDL (colesterol bueno), mientras que la grasa poliinsaturada los
reduce.
Grasa Monoinsaturada
Se encuentra principalmente en alimentos de origen vegetal
especialmente en el aceite de oliva y en frutos secos como
almendras y avellanas. También en menor medida en otros
aceites vegetales y alimentos. El aceite de oliva está constituido
principalmente por ácido oleico (ácido graso monoinsaturado), que
ayuda a reducir el colesterol-LDL y aumenta el colesterol-HDL.
La grasa poliinsaturada
Se encuentra en aceites vegetales especialmente en el de girasol, maíz y
soja, así como en las nueces y otros frutos secos y en el pescado azul.
Dentro de este grupo de grasas se encuentran el ácido linoleico
(omega-6) y linolénico (omega-3) denominados “ácidos grasos
esenciales” ya que no pueden ser sintetizados por el organismo, y por lo
tanto solo pueden obtenerse a través de la dieta.
Los ácidos grasos omega-6
Se encuentran fundamentalmente en los pescados grasos o azules, como
salmón, sardina, boquerones, atún, caballa etc. y en algunos alimentos
como las nueces.
Grasa “trans”
La grasa “trans”, o ácidos grasos “trans”, se encuentra principalmente en
alimentos que han sido hidrogenados. La hidrogenación es un proceso en
el cual el hidrógeno es añadido a la grasa insaturada para hacerla más
estable y sólida a temperatura ambiente, y más adecuada para su empleo
en la preparación y procesado de alimentos. Algunas grasas “trans”
también se encuentran de forma natural y en pequeña cantidad en
grasas animales, como productos lácteos y algunas carnes.
Los aceites tienen una fracción saponificable y una insaponificable. La primera,
supone el 98 % y está constituida principalmente por triglicéridos (formados por
la unión de una molécula de glicerol y tres de ácidos grasos), encargados del
aporte calórico de las grasas. La fracción insaponificable supone de un 2%, pero
tiene importantes efectos biológicos.