Proyecto: Un esfuerzo único con un inicio y
final definidos, llevado a cabo para lograr
objetivos específicos dentro de
restricciones de tiempo, costo y recursos.
Gestión de Proyectos: La aplicación de
conocimientos, habilidades, herramientas y
técnicas para planificar, ejecutar y controlar las
actividades del proyecto para lograr sus objetivos.
Stakeholders: Las partes interesadas en el
proyecto, incluyendo clientes, equipo de
proyecto, patrocinadores y usuarios finales.
Alcance: El conjunto de entregables y
trabajos que se deben completar
durante el proyecto.
Conceptos
Tiempo: La planificación y gestión del
cronograma del proyecto, incluyendo la
secuencia de actividades y la duración.
Costo: Estimar, presupuestar y
controlar los recursos financieros
necesarios para ejecutar el proyecto.
Calidad: Asegurar que los
entregables cumplan con los
estándares y requisitos
especificados.
Comunicación: Establecer canales efectivos
para la comunicación entre los miembros del
equipo y las partes interesadas.
Riesgos: Identificar y gestionar los
posibles problemas que podrían afectar
el éxito del proyecto.
Adquisiciones: Planificar y administrar
la obtención de recursos externos
necesarios para el proyecto.
CICLOS DE VIDA DE PROYECTOS
Gestión de Proyectos Tradicionales
(Cascada):
Inicio: Definir el alcance, objetivos y
stakeholders del proyecto.
Planificación: Desarrollar un plan detallado que
incluye el cronograma, presupuesto y recursos.
Ejecución: Realizar las actividades del
proyecto de acuerdo con el plan.
Control y Monitoreo: Supervisar el progreso y compararlo
con el plan para tomar medidas correctivas.
Cierre: Finalizar el proyecto, entregar
los entregables y evaluar el desempeño.
Enfoque Ágil:
Planificación adaptable: Crear un plan
inicial flexible que permita cambios según
se aprende durante el proyecto.
Iterativo e Incremental: Dividir el proyecto
en iteraciones cortas, entregando
incrementos de valor en cada una.
Colaboración constante: Fomentar la
comunicación cercana y continua entre el
equipo y los stakeholders.
Respuesta al cambio: Adaptarse
a nuevos requisitos y cambios
durante el proyecto.
Entrega continua: Proporcionar
entregas parciales frecuentes
de funcionalidad.
Autoorganización del equipo: Permitir
que el equipo tome decisiones y se
organice por sí mismo.
Retrospectivas: Reflexionar al
final de cada iteración para
identificar mejoras.
Priorización: Enfocarse
en las características y
tareas más valiosas en
cada iteración.
Pruebas constantes: Realizar
pruebas continuas para garantizar
la calidad a lo largo del proyecto.
Cliente en el centro: Colocar
las necesidades del cliente en
el centro del desarrollo.