Los méritos del estudio “desarrollo prosocial : crianza y escuela ”: Los resultados del estudio
de Mestre (2014), que contribuyen a la investigación sobre la conducta prosocial y las
variables implicadas, sugieren que fomentar el apoyo/control por parte de ambos
progenitores (especialmente de la madre), así como estimular la empatía e inhibir las
conductas de acoso, tendrá un efecto positivo en el desarrollo de la conducta prosocial, lo
que redundará positivamente en la adaptación personal y social de los seres humanos.
En la misma línea que señala la profesora Mestre se puede señalar que:
FAMILIA
FACTORES DEL
CONTEXTO
FAMILIAR
Los padres, agentes relevantes de socialización,
representan la cultura trasmitiendo de forma
explícita o implícita los valores sociales a los
niños y niñas. Por ello, el contexto familiar tiene
gran influencia en el desarrollo de la conducta
prosocial. Esto se apoya en evidencias empíricas
ya que diversos estudios han comprobado que
los padres:
(1) que aportan seguridad de apego
(2) que insisten fuertemente para que sus hijos
(3) que les hacen reparar el daño cuando han
dañado y/o agredido a otros,
(4) que son modelos altruistas en sus
relaciones con otros
(5) que refuerzan con aprobación social los actos
espontáneos de sus hijos a compartir, ayudar o
cooperar.
(6) que adoptan un estilo de disciplina inductivo
desde el que se razonan las normas incrementan
la probabilidad de conducta prosocial en los hijos
ESCUELA
son los contextos principales donde los niños y niñas deben estar protegidos de
comportamientos y actitudes violentas, y donde se les debe preparar para una vida
independiente en sociedad con sus derechos, obligaciones y responsabilidades.
FACTORES DETERMINANTES DE LA CONDUCTA
PROSOCIAL
Determinación
biológica de la
conducta prosocial
En esta perspectiva se
encuentran los trabajos de
Wilson (1980) quien desde la
sociobiología desarrolla el
concepto darwiniano de
selección familiar por el que
propone que los padres y
parientes se sacrifican y tienen
conductas altruistas con las
crías con la finalidad de
favorecer que otros miembros
del grupo, con los que se están
genéticamente relacionados,
sobrevivan, entendiendo que la
defensa del propio grupo es a la
vez la defensa de sí mismo.
Influencia de factores culturales
en la conducta prosocial
Es un hecho comprobado que en
ciertas culturas abundan las conductas
prosociales y promueven en los niños
la habilidad para interactuar
cooperativamente, mientras que otros
grupos culturales son más
individualistas, egoístas y violentos.
Estos datos, entre otros, constatan
que existe un condicionamiento social,
y que cada cultura trasmite pautas de
conducta específicas a sus miembros.
televisión, videojuegos,
internet
Por consiguiente, la televisión o los
videojuegos pueden ser un agente
socializador efectivo en la
promulgación de conductas
prosociales altruistas; y si el
contenido hace referencia a
comportamientos prosociales
altruistas, es probable que la
persona considere dicho contenido
como algo apropiado y lo interiorice
como suyo.
FACTORES DEL
CONTEXTO ESCOLAR
La escuela es un gran contexto de
socialización y un escenario muy
apropiado para que los individuos asimilen
los valores sociales, propios y esperados
del ámbito en que se desenvuelven. El
desarrollo personal de los valores sociales
y el aprendizaje de conductas prosociales
se logra en razón de las condiciones
específicas de interacción que la escuela
ofrece, es decir, las interacciones con los
iguales y con los adultos.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA : Garailgordobil, M. (2008). Conducta prosocial: El papel de la cultura, familia, la
escuela y la personalidad. (pp 141 -1551).
https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=70550
La empatía, una variable
personal relevante para la
conducta prosocial
En la actualidad existe un amplio consenso en admitir que la
empatía debe ser considerada como un factor personal relevante
en la explicación del desarrollo sociomoral y de las interacciones
sociales, habiéndose convertido en un constructo clave para
explicar la conducta prosocial altruista y la conducta antisocial.
En la misma dirección que los resultados obtenidos en el estudio
que la profesora Mestre (2014) presenta en su artículo-objetivo,
otras investigaciones confirman el papel determinante de la
empatía en la conducta social positiva.