Cuando somos capaces de gestionar las emociones, nuestras posibilidades crecen de forma
inmediata, tanto las personales como las profesionales
Conocer como reaccionamos ante los estímulos que nos rodean y saber calibrar la cantidad de
respuesta emocional que nos interesa dar, nos ayudará a no gastar nuestras fuerzas y energías de
forma inadecuada. Por ejemplo, si me enfado con gran intensidad con un desconocido al que muy
probablemente no volveré a ver en la vida, estoy gastando una energía valiosa de forma
improductiva y, para colmo, esta sensación de disgusto se prolongará en el tiempo mucho más de lo
que sería razonable
Las emociones negativas interfieren con el aprendizaje de los niños.
En este programa especial de Redes, exploraremos junto a Eduard Punset algunas de las claves de lo
aprendido en los últimos años para encarar el gran desafío de difundir el aprendizaje social y
emocional en todos los ámbitos de la sociedad
en su sección, Elsa Punset nos hablará sobre cómo las emociones nos atraviesan desde los primeros
años de vida y nos definen como personas.