La evaluación neuropsicológica es un proceso que pretende determinar el estado cognitivo y
afectivo-conductual de un sujeto, empleando como instrumentos para ello, los modelos teóricos,
test, entrevistas, cuestionarios y escalas, que provienen de diferentes áreas de la psicología y
neuropsicología
¿DONDE SE UTILIZA?
Puede llevarse a cabo en un contexto clínico, médico-legal y de investigación.
La evaluación neuropsicológica puede ser realizada tanto a sujetos que padecen una enfermedad o
un daño neurológico, como a personas que padecen algún trastorno o patología psiquiátrica
Incluye la exploración de capacidades o funciones cognitivas ( atención , memoria, lenguaje, praxis,
gnosias, función ejecutiva…..), del nivel de autonomía del sujeto en vida cotidiana (actividades
básicas, instrumentales y avanzadas) y en ocasiones, la valoración de posibles cambios afectivos ,
conductuales y de personalidad secundarios a patología neurológica.
¿QUIEN LO APLICA?
Es realizada de forma habitual por un psicólogo con formación especializada en neuropsicología.
GENERALIDADES
En la evaluación neuropsicológica debe existir una integración de los aspectos cuantitativos
(resultados y puntuaciones en las pruebas) y los cualitativos (proceso de ejecución y conducta), para
una correcta interpretación de los datos resultantes.
Variables como las demográficas ( edad, años de escolarización, nivel cultural, lengua materna,
dominancia manual) , déficits sensoriales y motores, estado de salud concreto del paciente,
motivación, fatiga, distractibilidad, tratamientos farmacológicos, ansiedad, depresión, falta de
tolerancia a la frustración, alteración conductual y en algunos casos, posibles ganancias secundarias,
o ambiente o contexto inadecuados, son factores, pueden influir en la realización y resultados de las
pruebas , debiéndose tener en cuenta.
Para la evaluación neuropsicológica es importante disponer de buenos instrumentos de medición
(sensibilidad, especificidad, fiabilidad, validez……), así como datos normativos de referencia sobre los
mismos; estos últimos, permiten una correcta comparación del rendimiento del sujeto en las
pruebas, con el rendimiento de individuos de características demográficas similares, de cara a una
discriminación posterior entre situaciones normales y patológicas.
Los datos de la evaluación neuropsicológica deben integrarse con los obtenidos en la historia clínica,
evaluación neurológica, evaluación neuropsiquiátrica, pruebas complementarias y datos de
observación de conducta; todo ello, dentro en una aproximación global y de conjunto, para llegar un
diagnóstico más preciso y plantear una intervención o tratamiento posterior más adecuado.
OBJETIVOS
Contribución a la descripción y conocimiento del estado cognitivo de un sujeto concreto,
determinando la existencia o nó de deterioro mental.
Contribución a la caracterización del perfil cognitivo, diferenciando capacidades neuropsicológicas
afectadas y preservadas
Contribución a la determinación de la intensidad o de la fase evolutiva del deterioro cognitivo
Contribución al diagnóstico sindrómico y etiológico del deterioro.
Contribución a la determinación del pronóstico cuando sea posible
Contribución a la planificación de una intervención medico/ terapeútica y/o rehabilitadora
individualizada, de cara a optimizar la mayor independencia y calidad de vida del paciente con
disfunción cerebral
TEST
La creación de un protocolo único para la evaluación neuropsicológica es imposible. La elección de
los instrumentos de medida para la exploración dependen de múltiples factores; el tipo y
localización de la lesión, las características del paciente, el objetivo y tiempo de evaluación o las
preferencias del evaluador. La evaluación debería ser única y particular para cada paciente. Aún así,
existen algunos test que han demostrado su utilidad para la medición de distintas funciones
cognitivas