Una comunidad virtual aparece cuando
un grupo de personas reales, una
comunidad real, sean profesionales,
estudiantes o un grupo con aficiones
comunes, usa la telemática para
mantener y ampliar la comunicación. El
hecho de que la interacción entre las
personas se pueda realizar entre
personas físicamente pero enlazadas
mediante redes telemáticas es lo que
lleva a hablar de comunidades virtuales.
Así pues en una comunidad virtual:
Se reúnen personas para
intercomunicar mediante
ordenadores y redes, interactuando
de una forma continuada y
siguiendo unas reglas
preestablecidas.
El intercambio de información (formal e
informal) y el flujo de información dentro de
una comunidad virtual constituyen
elementos fundamentales
La existencia de comunidades virtuales entre
profesionales para el intercambio de ideas y
experiencias y el desarrollo profesional y
personal de sus miembros, tiene su origen en
las grandes posibilidades de socialización y de
intercambio personal que proporcionan las
redes. Constituyen un entorno privilegiado de
aprendizaje sobre relaciones profesionales.
Tipos de comunidades virtuales
Podemos encontrar distintos tipos de comunidades con sus
características específicas, pero puede comprenderse que no
constituyen tipologías estancas y que en algunos casos donde las
comunidades virtuales profesionales desarrollan una dinámica de
intercambio rica y relevante en su contenido, puede derivar en una
comunidad virtual de aprendizaje en el sentido de lograr un contexto del
aprendizaje colaborativo que enfatiza las interacciones inter e
intragrupo donde los miembros participan autónomamente en un
proceso de aprendizaje, mientras resuelven un problema como grupo. Y
al contrario, desde comunidades virtuales surgidas de cursos y proyectos
académicos cerrados pueden desarrollarse actividades de intercambio.
De discurso: EL ser humano es una criatura
social y puede hablar cara a cara sobre
intereses comunes, pero también puede
compartir estos intereses con otros semejantes
más lejanos mediante los medios de
comunicación. Las redes de ordenadores
proporcionan numerosas y potentes
herramientas para el desarrollo de este tipo de
comunidades.
De práctica: Cuando en la vida real alguien necesita
aprender algo, normalmente no abandona su
situación normal y dedica su esfuerzo en clases
convencionales, sino que puede formar grupos de
trabajo (comunidades de práctica), asigna roles,
enseña y apoya a otros y desarrolla identidades que
son definidas por los roles que desempeña en el
apoyo al grupo. El aprendizaje resulta de forma
natural al convertirse en un miembro participativo de
una comunidad de práctica (“La vida me ha hecho”,
“Se ha hecho a si mismo”)
De construcción de conocimiento: El objetivo de este tipo
de comunidades es apoyar a los estudiantes a perseguir
estratégica y activamente el aprendizaje como una meta
(Esto es, aprendizaje intencional). Cuando los estudiantes
poseen el conocimiento al mismo tiempo que el profesor
o el libro, adquieren confianza para construir
conocimiento, en lugar de recibirlo y reproducirlo
solamente. La construcción del conocimiento se
convierte en una actividad social, no una solitaria
actividad de retención y regurgitación. La tecnología
puede jugar un importante papel en las comunidades de
construcción de conocimiento al proporcionar medios de
almacenamiento, organización y reformulación de ideas
aportadas por cada miembro de la comunidad.
De aprendizaje: Si una comunidad es una organización social
de personas que comparten conocimiento, valores y metas,
las clases como las conocemos no son comunidades ya que los
estudiantes están desconectados o están compitiendo unos
con otros. Las clases son comunidades sociales, pero su
propósito no es aprender juntos o unos de otros, antes parece
que estos grupos buscan reforzar socialmente sus propias
identidades por exclusión de los otros.
Comunidades Virtuales de Aprendizaje
Cuando en nuestro ámbito hablamos de
comunidades virtuales, solemos referirnos a las
que surgen en los distintos ámbitos profesionales
para el intercambio de ideas y experiencias y el
desarrollo profesional y personal de sus
miembros.
La posibilidad y el desafío de compartir miradas
diferentes acerca de problemáticas comunes,
constituye un espacio privilegiado de aprendizaje de
relaciones que suelen configurarse como exigencias
más o menos habituales en las prácticas profesionales.
Puede comprenderse que entre los tipos de comunidades
virtales no existen en estado puro y que las comunidades
virtuales de aprendizaje incorporan muchas de las
características de las comunidades de discurso, de las de
práctica o de construcción de conocimiento.