Reconociendo que la paz no sólo es la ausencia de conflictos, sino que también requiere un
proceso positivo, dinámico y participativo en que se promueva el diálogo y se solucionen los
conflictos en un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos.
Reconociendo la necesidad de eliminar todas las formas de discriminación e intolerancia, incluidas
las basadas en la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el
origen nacional, étnico o social, la propiedad, las discapacidades, el nacimiento u otra condición.