El empleo de as plantas medicinales con fines curativos ha sido
documentada en la medicina tradicional asiática a partir del año
3000 a. de C.
Informes de la OMS, cuatro billones de personas en el mundo usan
terapias a base de plantas medicinales o derivados de
plantas
Existe la creencia popular de que este tipo de sustancias
son inocuas para la salud, no existiendo ningún riesgo en
su consumo
En los últimos años, las plantas medicinales han
empezado a tener una regulación más estricta por parte
de las autoridades, principalmente por la existencia de
informes de toxicidad en la literatura científica.
Entre los principales usos terapéuticos de las plantas
medicinales se encuentran: el tratamiento de las
varices, de la tos, como coadyuvantes de la circulación,
contra el dolor muscular, para problemas digestivos,
como calmantes, ansiolíticos, laxantes y para tratar
afecciones vesiculares, renales y hepáticas.
Las plantas medicinales son productos que contienen
exclusivamente como ingredientes activos una o más
plantas (completas o fragmentos de plantas en estado
seco), o una o más preparaciones a base de plantas
(preparaciones obtenidas por tratamientos como
extracción, destilación, purificación, fermentación, etc.,
obteniendo posteriormente extractos, tinturas o aceites
esenciales), o mediante la mezcla de una o más
plantas en combinación con una o más preparaciones
a base de plantas
La toxicidad de las plantas medicinales puede variar
dependiendo de distintos factores.
Las variaciones climáticas y la época del
año pueden influir en la composición cuali
y cuantitativa de sus principios activos, a
la que afecta también de forma
significativa la forma de preparación y la
parte de la planta utilizada
Si bien es poco probable que las plantas
medicinales ocasionen intoxicaciones por sí
mismas, la mayoría de las veces estas ocurren
por el mal uso que se hace de ellas, la mala
identificación o por su contaminación.
Se han encontrado metales pesados como plomo, mercurio, arsénico o
cobre en altas concentraciones en este tipo de productos
Toxicidad por órganos
toxicidad hepática
hepatitis
enfermedad venosa oclusiva
está relacionada con la
susceptibilidad
individual, la vía de
exposición y la cantidad
ingerida.
Se ha asociado toxicidad hepática a plantas como el
chaparral (Larrea divaricata) usado como analgésico,
antiinflamatorio e inclusive como antídoto para el LSD,
camedrio (Teucrium chamaedrys), chuca (Packera
candidíssima), y especies de efedra, entre otras
Los alcaloides pirrolizidínicos se han asociado con la
inducción de toxicidad hepática venooclusiva; sin embargo,
no todos los tipos de alcaloides pirrolizidínicos presentan
esta toxicidad.
Crotalaria assamica o la Crotalaria sessiliflora, de la familia
de las leguminosas, u otras especies como el Senecio
chrysanthemoides.
Los síntomas de este tipo de intoxicación incluyen hipertensión
arterial e hipertrofia ventricular derecha. La asociación de las
plantas con la hepatotoxicidad es generalmente incompleta o
parcial, los informes al respecto son poco concluyentes y es
limitado el conocimiento del que se dispone sobre su mecanismo
patológico
Toxicidad hemática
ciertas plantas contienen de
forma natural sustancias
anticoagulantes, por lo que
pueden ocasionar hemorragias
cuando son usadas de forma
crónica o junto a otros productos
farmacéuticos de similar uso.
Se sabe, por ejemplo, que la ingestión de
Dysosma pleianthum, que contiene
podofilotoxinas, ha ocasionado
trombocitopenia y leucocitosis
Toxicidad cardiaca
el acónito (Acinitum carmichaeli) es una de las plantas
cardiotóxicas más comunes. También todas aquellas que puedan
contener glucósidos cardiacos
presentación clínica típica de su toxicidad incluye náuseas,
vómitos, calambres, mareos y palpitaciones. En casos severos
también se producen hipotensión y taquiarritmias vernaculares,
que se pueden asociar con acidosis e hipocalemia
Toxicidad
gastrointestinal
la mayoría de las plantas originarias de China han sido relacionadas con
alteraciones gastrointestinales. Sus efectos generalmente son mínimos, pudiendo
existir deshidratación severa por el mal uso de estos productos. También se ha
detectado toxicidad gastrointestinal severa cuando se ingieren en gran cantidad
plantas que están contaminadas con arsénico
Toxicidad neurloógica
pueden ocurrir por la ingestión de la especie Datura
metel, usada tradicionalmente en el tratamiento de
la bronquitis crónica, el asma y el dolor. Esta
especie contiene los alcaloides escopolamina,
hiosciamina y/o atropina, responsables de su
toxicidad.
Toxicidad renal
se han notificado muchas plantas medicinales como posibles
agentes causales de toxicidad renal. Entre las
manifestaciones tóxicas renales se encuentran, por ejemplo,
la fibrosis intersticial del riñon producida por algunas plantas,
cuyo mecanismo se sospecha que es inmunitario. El regaliz,
por su contenido en glicirricina, se ha asociado con el
síndrome de Fanconi, consistente en un trastorno en la
función tubular proximal de los riñones que hace que ciertos
compuestos en lugar de ser reabsorbidos por los riñones en el
torrente sanguíneo, sean excretados en la orina. Se piensa
que la glicirricina inhibe la bomba sodio-potasio- ATPasa de
las células tubulares proximales. Otras alteraciones renales
se deben, sin embargo, a contaminación o adulteración de las
plantas medicinales
Factores de riesgo de las
plantas medicinales
contaminantes
la contaminación de las
plantas medicinales es una de
las grandes preocupaciones
de las autoridades sanitarias.
La presencia de pesticidas,
metales o de adulterantes han
ocasionado graves casos de
intoxicación. Informes
recientes han revelado de
hecho la presencia de plomo,
mercurio y arsénico en estas
plantas
Interacciones con drogas
este es un punto importante
a considerar debido a que
muchos pacientes consumen
concomitantemente plantas
con productos farmacéuticos.
Las plantas contienen
compuestos
farmacológicamente activos,
los cuales puede interactuar
con fármacos, ocasionando
interacciones
farmacocinéticas y/o
farmacodinámicas
Toxicidad de algunas
plantas medicinales
Poleo
Los síntomas clínicos asociados con su toxicidad incluyen fallo hepático fulminante, fallo renal agudo,
coagulación intravascular diseminada, acidosis metabólica, sangramiento o hemorragias gastrointestinales.
A nivel neurológico se puede observar: confusión, alucinaciones, edema cerebral, temblores, mareos, delirio
y encefalopatía. Con solo de 10 a 15 mililitros de aceite o esencia de poleo se puede causar la muerte. Se
requieren entre 50 y 100 gramos de la planta para producir 1 mi de esencia
Ginseng
Existen pocas referencias de intoxicación aguda por ginseng, sin embargo, su ingestión crónica sí puede ocasionar serios efectos tóxicos. El 17 % de los
pacientes puede presentar hipertensión y un 4 % hipotensión. Se presenta edema en el 10% de los individuos que ingieren de forma periódica este producto. A
nivel neurológico se ha descrito insomnio y nerviosismo en el 20% de los pacientes que han consumido esta planta durante más de 2 años, pudiéndose presentar
también excitación del sistema nervioso central con euforia en el 14% de ellos. Se ha informado de casos de depresión con dosis mayores de 15 gramos. La
ingestión de aproximadamente 25 gramos se ha asociado a arteritis cerebral, y se ha notificado sangrado vaginal con una ingesta de 200 miligramos
Ginko
El Ginkgo biloba puede causar vasodilatación arterial y venosa. A nivel neurológico se puede presentar
cefalea, convulsiones (principalmente en niños) y hemorragia subaracnoidea. El Ginkgo biloba puede inhibir
la agregación plaquetaria y su uso crónico incrementa el tiempo de sangría y la aparición de hemorragia
espontánea; el componente causante de la inhibición plaquetaria el ginkolido B. La dosis tóxica es
desconocida. Dosis únicas de hasta 3.600 miligramos de Hipericum no han dado lugar a efectos tóxicos
Manzanilla
Prácticamente no se han descrito efectos tóxicos, aunque se ha informado de reacciones anafilácticas asociadas a su consumo.
Valeriana
Se ha descrito midriasis, dolor de pecho y taquicardia con la ingesta de Valeriana. Hipotensión, fatiga, ataxia, vértigo, cefalea y temblores
son síntomas que también pueden presentarse. La estimulación del sistema nervioso central se presenta con la ingesta crónica de valeriana,
y delirio puede presentarse como síndrome de abstinencia por la abrupta descontinuación de la ingesta. Se ha descrito hepatitis tóxica en la
literatura después de ingesta de entre 3 días a 3 meses de este producto. Rango de toxicidad No está descrita, pero se ha informado de
muertes por el consumo accidental de bayas
Pasiflora
La información referida a su toxicidad es muy limitada. Altas dosis por periodos largos podrían ocasionar depresión del sistema
nervioso central y arritmias cardiacas. Se han descrito bradicardia y cambios electrocardiográficos, incluido prolongación del QTc,
así como náuseas y vómitos. Rango de toxicidad Se ha descrito que con 3.500 miligramos de pasiflora se presentan síntomas de
toxicidad
Regaliz
Los efectos tóxicos son debidos principalmente a su consumo crónico. Puede producir hipertensión,
arritmias e hipocalemia, y se ha descrito edema pulmonar con la ingestión masiva. La miopatía es común
además en las exposiciones crónicas. Más de 55 gramos pueden causar toxicidad
Manejo de las intoxicaciones por plantas medicinales
Lo más IMPORTANTE es tratar al PACIENTE y
no al tóxico.
Establecer la secuencia del A B C de la
reanimación, es decir:
Vía aérea permeable. Aspiración de
secreciones.
evitar la absorción del tóxico, mediante técnicas como el
lavado gástrico; (b) favorecer la adsorción del tóxico
utilizando
Respiración
favorecer la adsorción del
tóxico utilizando el carbón
activado
Circulación. Constatar la presencia o ausencia de pulsos. Si están
ausentes iniciar de inmediato la reanimación con masaje cardiaco y/o
respiración boca a boca.
favorecer la eliminación del tóxico, para lo que, dependiendo
del caso, el forzar la diuresis, alcalinizar la orina o la
hemodiálisis puede ser útil.
El tratamiento específico se inicia tratando de identificar la hierba medicinal usada por el paciente así como la
existencia de una medicación habitual y de alguna enfermedad preexistente, para posteriormente, planificar la terapia.
Para identificar el tóxico son muy importantes la anamnesis y el examen físico, ya que los análisis de laboratorio
generalmente informan tardíamente del origen de la intoxicación. Para orientarse en este sentido es muy útil conocer y
manejar los síndromes tóxicos.
ingesta de las plantas medicinales es suficiente. Las medidas de apoyo a las funciones vitales son capaces de
conseguir una evolución favorable en la mayoría de estas intoxicaciones