convocar a las Fuerzas Armadas para custodiar las instituciones
públicas y que los serenazgos se encarguen del tránsito
vehicular.
necesidad de articular el trabajo de la Policía, el
Ministerio Público, el Poder Judicial y el Instituto
Nacional Penitenciario para reducir con eficacia
las tasas delictivas.
asumir las reparaciones de los agentes de la Policía y
Fuerzas Armadas que sufrieron estragos de la violencia
terrorista.
juntas vecinales, rondas campesinas y comités de
auto-defensa
cubrir el déficit de personal policial con tecnología
que permita el monitoreo de la ciudad a través de
un sistema que integre las fuerzas del Estado