Es un proceso entre una persona
sordociega y la persona que le
apoya, de manera que minimice su
discapacidad. Permite que el
sordociego tenga el máximo
dominio sobre su entorno en el nivel
apropiado a sus capacidades físicas
y a su nivel de funcionamiento.
La Mediación General
Su objetivo es proporcionar a la
persona sordociega un apoyo que le
permita reducir en la mayor medida
posible los problemas derivados de la
sordoceguera, y hacerle capaz de
dominar las actividades e
interacciones diarias.
Es un proceso mediante el que una
persona de apoyo proporciona a la
persona sordociega el acceso la
información del entorno, y le faciltita
la información necesaria para tomar
decisiones, actuar de acuerdo con
ellas y comprender sus
consecuencias.
El sordociego puede prever los acontecimientos
Se le motiva para que siga actuando y
pueda evitar repetir los mismos actos,
proseguir con ellos o modificarlos
Resulta esencial para la modificación de las habilidades y actitudes
El Mediador
Es cualquiera que proporciona
servicios de mediación o
interactúa con un sordociego.
Puede ser un familiar, un
voluntario o una persona a
sueldo.
El papel del mediador
es dar una respuesta
directa a los actos y
necesidades de la
persona sordociega y al
tipo de apoyo que
requiera en cada
momento.
La función del mediador es facilitar el contacto y
la comprensión del entorno, informar al
sordociego de los cambios en entornos conocidos
y la estructura de los nuevos. Debe apoyar los
intentos de exploración y de recabar, asimilar y
utilizar la misma información a la que tienen
acceso personas oyentes de su edad
Es importante apoyar la iniciativa comunicativa del sordociego.
Los objetivos del Mediador
Proporcionar apoyo aumentando el
grado que tiene el sordociego sobre su
vida y su sentido de la responsabilidad