Vocaliza: articula bien
los sonidos y ten en
cuenta los acentos y
tildes que encuentres en
la lectura.
No tengas prisa: No serás
mejor lector por leer rápido.
Por el contrario, debes leer de
manera pausada.
Lee con un tono fuerte: no se
trata de gritar sino de levantar la
voz para estar seguro de que las
personas comprenden lo que
lees.
Lo más importante: practica en el colegio, en casa,
durante tu tiempo libre y asegúrate de hacerlo de la
mejor forma. Serás un gran contador de historias.
Lee con fluidez: Lee con un ritmo adecuado y
de forma fluida pero sin caer en prisas. Es
necesario mantener un buen ritmo de
lectura, ni muy rápido, ni muy despacio.
Fíjate bien: las palabras, la
pronunciación, la puntuación
y las pausas.