El profesor es más protagonista y demanda del alumno ayuda y aportaciones
concretas; a medida que avanza la actividad, si el desarrollo es adecuado, el protagonismo del
alumno aumenta en la medida que decrece el control del profesor
Los alumnos construyen significados sobre los contenidos en la medida que son capaces de
atribuirles sentido
La evaluación de conceptos, procedimientos y actitudes
— Actividades de reconocimiento de definición de un concepto Este tipo de actividades puede
tener interés para detectar errores comunes sobre un concepto, bien como punto de partida para
trabajar un tema o bien para saber en qué medida han persistido después del aprendizaje. En este
caso, los distractores que se propongan como alternativas no válidas serán precisamente los
errores más comunes. Por ejemplo, es frecuente que los alumnos confundan el concepto de dureza
de un material con el de fragilidad. En ese caso se les puede proponer la siguiente pregunta a modo
de sondeo:
Los diseños de actividades de evaluación no deben tener: sorpresa desagradable e inesperada,
pues ello indicará que hemos sido capaces de transmitir a los alumnos lo que pretendemos que
aprendan
La evaluación según Coll Ajustar la ayuda pedagógica a las características individuales de los alumnos mediante
aproximaciones sucesivas y determinar el grado en que se han conseguido las intenciones educativas.
Para la primera función es importante detectar los puntos de partida de los alumnos Errores respecto a
los aspectos objeto de aprendizaje la «evaluación sumativa aporta datos sobre esos resultados Indicador
para el éxito o fracaso de los alumnos
La evaluación de conceptos procedimentales y actitudes (250): Evaluación de conceptos supone evaluar los
conceptos que han sido comprendidos, los procedimientos que el alumno es capaz de utilizar y conocer las
tendencias que tienen los alumnos a valorar las situaciones o personas y constatar coherencia de los
comportamientos a las tendencias expresadas.