Requiém apuntes

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Guía para realizar un comentario de texto de Réquiem por un campesino español de Ramón J Sender.
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RAMÓN J. SENDER: Réquiem por un campesino español.   (Artículo de referencia: Marcelino C. Peñuelas: Conversaciones con R.J. Sender, Colección Novelas y Cuentos, núm. 59. Madrid 1969. Editorial Magisterio Español S.A.- págs. 48-60).     1- Contextualización del fragmento en el movimiento al que pertenece el autor y su obra.     Nace Ramón J. Sender en un pueblecito del Alto Aragón (Huesca), en febrero de 1901, de una familia acomodada. Nada más comenzar la Guerra Civil Española un hermano suyo y su mujer mueren fusilados por los sublevados. Participa en el frente de batalla y luego en la defensa de Madrid, y poco antes del término de la guerra embarca al exilio, primero en Méjico y luego a Estados Unidos, donde trabaja como profesor universitario y muere en 1982. Su ideología sufre una evolución desde el anarquismo y el comunismo a la defensa del estilo de vida norteamericano y anticomunista convencido, pero siempre fue un gran individualista.   A partir de los años 30, la literatura va evolucionando desde la deshumanización del arte propuesta por Ortega y Gasset a la literatura social. En la novela, los protagonistas empiezan a ser obreros o campesinos, de modo que se produce una subordinación de la literatura a la política. Así se llega a 1936. La guerra civil española y su resultado, con el triunfo de los golpistas del general Franco, llevó a muchos intelectuales al exilio. Como aspectos generales de los novelistas del exilio pueden citarse el conservadurismo formal, lejos de las vanguardias, o la temática relacionada con la historia reciente de España y su experiencia en el exilio. Las novelas sobre la guerra civil se dividen en tres grandes grupos: a- Las de carácter de crónica documental o de propaganda de las ideas del autor frente a las opuestas, sobreponiendo el afán testimonial al literario. b- Con el tiempo, la novela se va distanciando de la guerra por varios motivos: morales, ya que el novelista pretende pasar de lo individual y anecdótico a lo general; didácticos, por cuanto los autores quieren que nunca vuelva a repetirse un conflicto similar; y autobiográficos, ya que los autores buscan en sus recuerdos poner orden a su caos personal. Réquiem por un campesino español es una novela de este grupo, ya que la historia de Paco el del Molino y mosén Millán pasa de lo anecdótico a lo general. c- Un grupo de novelas narran el conflicto a través de los niños que lo sufrieron con sensaciones contradictorias, porque a las carestías de la vida por causa de la guerra se contraponían la libertad que experimentaron, lejos del cuidado de los mayores, y la madurez precoz.   Sender fue un escritor prolífico, y tiene de todo, desde obras buenas a muy malas. Su obra se clasifica en tres períodos: a- Hasta 1939: predomina el afán testimonial y de denuncia social, con notas autobiográficas. Obras de esta época son Imán (1930) o Mr. Witt en el Cantón (1936). b- Hasta 1965: etapa fecunda donde desaparece la novela crónica y en su lugar aparece la recreación filosófica y existencial del pasado inmediato español. Destacan El lugar del hombre (1951) o El verdugo afable (1952). Hay también novelas de carácter histórico, como La aventura equinoccial de Lope de Aguirre (1964), o también las de recuerdos nostálgicos de su infancia y adolescencia, como la primera entrega de Crónica del Alba (1942). c- Desde 1965 a su muerte: con novelas que pierden capacidad innovadora y llegan a caer en lo trivial. Réquiem por un campesino español (1952) pertenece al segundo grupo, y dentro de él, a las novelas sobre la guerra civil española. Sender escribió varias sobre el conflicto, como Contraataque (1937), al servicio de sus ideas comunistas, El rey y la reina (1949) o Réquiem.       2 Localización del fragmento en relación con la estructura externa e interna de la obra   Se nos pide que localicemos el fragmento en la obra (tendremos que localizar el fragmento en las secuencias del pasado o del presente, y luego en la vida de Paco, desde su nacimiento a su muerte), escribiendo sobre el antes y el después del fragmento, por lo que se exige la lectura de la obra, ya que de lo contrario no se podrá contestar. Luego relacionamos el fragmento con la totalidad de la estructura.   La estructura de la obra es circular pues comienza y termina en el mismo punto: mosén Millán, en la sacristía de la iglesia, se prepara para celebrar una misa de réquiem por Paco, asesinado hace un año. Entre la primera página, con el sacerdote ya revestido y esperando a que llegaran familiares y amigos de Paco, y la última, con mosén Millán saliendo al presbiterio para comenzar la misa, transcurre poco más de media hora de tiempo real. En ese intervalo de media hora, según van llegando tres personajes (Valeriano, Gumersindo y Cástulo), el cura repasa la biografía de Paco desde que lo bautizó hasta que lo confesó para morir. En paralelo a los recuerdos del sacerdote, como si fuera el coro de la antigua tragedia griega, el monaguillo va cantando un romance sobre la captura y asesinato de Paco. La novela no está dividida en capítulos, sino que se pueden separar las distintas etapas de la vida de Paco en secuencias intercaladas en los recuerdos de mosén Millán.   En su estructura interna, la novela está organizada de manera que es indispensable diferenciar las escenas del presente de las del pasado.   Las escenas del presente. Dentro de las escenas del presente distinguiremos varios núcleos significativos importantes:   1.- La primera secuencia. Es la más extensa y significativa de las del tiempo presente. En ella aparecen ya esbozados todos los elementos de la novela, sus protagonistas, sus conflictos y sus actitudes. Conviene resaltar dos aspectos: a- El juego de oposiciones y contrastes entre la Iglesia y el pueblo, tal como se representa en la siguiente tabla:       IGLESIA PUEBLO PROTAGONISTAS Mosén Millán, vivo, en actitud de espera. Recuerdo de Paco muerto mediante la presencia del potro. PERSONAJES Las familias ricas del pueblo, enemigas de Paco. Los familiares de Paco, el zapatero, y toda la aldea amiga de Paco. ESPACIOS La sacristía, lugar cerrado. El huerto, lugar abierto. ANIMALES Saltamontes atrapado. Potro suelto por el pueblo.     b- El retrato moral y físico de mosén Millán. El sacerdote es el centro del fragmento y el resto de la novela lo único que hace es corroborar la impresión que nos causa en este primer retrato. Destaca su actitud pasiva y estática a través de la repetición del verbo “esperar”; notas sobre su postura o su actitud: “sentado con la cabeza inclinada”, “con la cabeza apoyada”, la repetición inquieta y nerviosa de preguntas al monaguillo: “¿Han venido los parientes?”; la actividad de su vida interior; su descripción física (“Era viejo, y estaba llegando -se decía- a esa edad en la que la sal ha perdido su sabor, como la Biblia”); y la descripción de su pobreza .   2.- Secuencias 2-3-4. Muy breves, pero sirven de soporte a la estructura de la novela y profundizan en la caracterización de mosén Millán.   3.- Secuencias 5-6-7-8. Van señalando la aparición de tres personajes ricos del pueblo causantes del asesinato de Paco. Como en la primera escena, asistimos a una descripción física y moral de cada uno de ellos. A partir de estas caracterizaciones podremos entender mejor la conducta de ellos en las secuencias del pasado. En el momento en que están los cuatro personajes en la sacristía, el monaguillo les avisa de que han metido en la iglesia el potro de Paco. 4.- Última secuencia. Mientras mosén Millán ha terminado el relato de la vida de Paco, la novela se cierra saliendo el espíritu de Paco por el pueblo en la imagen del potro, y mosén Millán se dispone a comenzar una misa de réquiem por el alma de Paco. Pero los cuatro personajes saben que en realidad es un acto de expiación, un intento de limpiar sus conciencias.   - Las escenas del pasado. Son ocho secuencias que nos muestran la vida de Paco desde su nacimiento hasta su muerte a través de los recuerdos de mosén Millán. En el relato de esta vida se pueden diferenciar dos partes. La primera comprende las cuatro secuencias iniciales, las correspondientes a la infancia y adolescencia de Paco. La segunda la componen las tres últimas secuencias, desde el regreso del viaje de novios. En medio, queda la secuencia quinta (la del noviazgo y la boda) que es de transición, pues en ella podemos encontrar elementos de ambas partes. Vamos a ver cómo se cumple esta división:    1.- Desde el punto de vista temporal - El ritmo de los acontecimientos de la primera parte de la vida de Paco es lento y pausado, con descripciones de mucho detalle. Dura cinco años. - La cronología de la segunda parte es más precisa: desde abril de 1931 a mediados del verano de 1936. El ritmo de los acontecimientos se va haciendo cada vez más rápido hasta precipitarse hacia el final.   2.- Desde el punto de vista de las costumbres aldeanas La primera parte de la novela es una visión casi idílica de la vida en la comunidad rural, alegre y feliz, en la que las celebraciones profanas y religiosas se van sucediendo sin notas discordantes: la alegre descripción del bautizo, el baño desnudo en el estanque, las rondallas por las calles… Sin embargo, ese mundo feliz se verá interrumpido en la segunda parte del libro. Se produce la “vuelta a la tortilla” que el señor Cástulo anuncia nada más llegar Paco de su viaje de novios. En este sentido, la secuencia seis es de tanteos, mientras que a partir de la secuencia siete, el carácter idílico de la primera parte se sustituye claramente por un clima de violencia, miedo y muerte.     3- Tema o temas del fragmento en relación con los temas de la obra     Recordad que se trata de extraer el tema o temas del fragmento. Si tenemos tiempo los podemos relacionar con el resto de temas, pero hay que empezar por los temas del fragmento.     El tema principal de Réquiem… es el conflicto social que provoca la tragedia de Paco y la angustia expectante del cura. Una línea temática vinculada con elementos trascendentes sirve de soporte a la novela. El sentido de la justicia, la búsqueda de la dignidad, la culpa y su expiación, la expresión de la esencia del ser humano y su relación con las circunstancias son algunos de los temas. Aparecen tres niveles temáticos:   1.- Político-social, de relación ricos/pobre, presenta una síntesis de los conflictos sociales de la España rural en el primer tercio del siglo XX, en la que había miseria, hambre, no existía la seguridad social ni medicina preventiva y el analfabetismo estaba muy extendido. Aún predominaba el régimen señorial, con una aristocracia terrateniente (el duque), apoyada por los caciques (don Valeriano), que no quería cambios en el sistema, y tampoco los querían las fuerzas del orden público ni la Iglesia, mantenedora del orden moral. Ante esto, aparece la impotencia del campesinado. Pero cuando los republicanos ganan las elecciones, aprovechan para liberarse del yugo del pago de los arrendamientos. Los terratenientes quieren recuperar su estatus a través del levantamiento militar contra el sistema democrático, y en apenas dos semanas, en el pueblo de Paco se devolvieron los derechos a los terratenientes, nombraron alcalde a don Valeriano y mataron a los adeptos a la República.   2.- Religioso-moral: que representa a las fuerzas que se enfrentaron en la Guerra Civil. Por un lado, Paco el del Molino representa al pueblo español, respetuoso con las tradiciones, valiente y con sentido de la justicia, que no se somete al poder arbitrario del duque, ni a los acomodados, como la Iglesia que representa mosén Millán. Paco no es un político como lo pueden ser el zapatero o don Valeriano: se rige por su sentido de la justicia y de la injusticia. Y por eso Paco muere, como sacrificado, igual que lo fue Jesucristo. Mosén Millan tiene una personalidad más compleja. En toda la obra se siente culpable, angustiado por haber traicionado a Paco, pero al mismo tiempo considera que las cosas son inamovibles, aunque sean injustas, como lo que ocurre en las cuevas o con las propiedades del duque. Sin embargo, el estallido de la Guerra Cvil le hace tomar partido y eso le convierte en culpable ante los ojos de todo el pueblo. Traicionó a Paco desvelando su paradero. La relación entre Paco y mosén Millán evoluciona a lo largo de la novela, desde el bautismo a la confesión final siempre está Millán en la vida de Paco. El paso por las cuevas es determinante en el cambio de la relación ya que Paco comienza a distanciarse de la iglesia. El cura permanece pasivo incluso hasta la muerte de Paco, patente cuando el protagonista corre hacia el coche donde estaba Millán y éste callaba sin mirarle.   3.- Antropológica, según la cual la novela trataría de la historia anónima de una colectividad campesina, con sus propias reglas, comportamientos y mitos. Desde este punto de vista, la relación de mosén Millán con la Jerónima es interesante. El cura representa, además de un papel religioso, el orden y el respeto por lo establecido, mientras que la Jerónima es el modo de vivir ancestral y primitivo. Ya cuando Paco era bautizado tuvieron la Jerónima y Millán el primer enfrentamiento a propósito de los amuletos de una y la cruz del otro. Cada uno tiene su parcela de poder, que nunca se juntan. El cura, con su iglesia, y la Jerónima, con el carasol. Existen diferencias claras entre los dos mundos: la iglesia está presidida por Millán, regida por hombres, en el centro del pueblo, símbolo del poder establecido, débil cuando llega la República, pero otra vez fuerte con el golpe militar. El carasol está presidido por la Jerónima, en un mundo de mujeres, en las afueras del pueblo, refugio de los humildes que cobra fuerza con la República pero ametrallado por los falangistas que lo inutilizan. Además, el carasol tiene la función de periódico oral de los analfabetos, porque ahí se comenta todo lo que pasa en el pueblo.     4- Análisis de los personajes de la obra presentes en el fragmento     Esto es lo mismo: se piden los personajes del fragmento. Sólo si es necesario porque se relacionan unos con otros o si tenemos tiempo trataremos algunos que no aparezcan en el fragmento. Estos apuntes no deben ‘vomitarse’, sino extraer aquello que me sea necesario para solventar la cuestión que me planteen.     Paco el del Molino   Es un personaje central en la novela. Su presencia no es física, ya que la novela está narrada un año después de su muerte, y por lo tanto está visto a través de la mente de mosén Millán, que revisa la vida de su feligrés mediante del recuerdo de la imposición de los sacramentos desde su bautizo hasta su muerte Paco es el ideal del pueblo español, respetuoso con las tradiciones de sus mayores, sincero, valiente, decidido, y con fuerte sentido de la justicia. Un hecho decisivo en la vida de Paco fue cuando acompañó a mosén Millán a las cuevas para administrar la extremaunción a un enfermo. Esta experiencia determinará su actitud posterior ya que al no recibir respuestas de las causas por las que no se ayuda a los pobres se replantea sus creencias. En Paco se resume la dignidad del pueblo español que no se somete al poder arbitrario (el duque), ni a la hipocresía (los ricos del pueblo), ni a otros intereses como los de mosén Millán. Recuerda a la figura del labrador en las obras teatrales de Lope de Vega. Su psicología es sencilla, son pocas las ideas fundamentales que lo mueven a actuar. Sin proponérselo, se convierte en la esperanza del pueblo. Aunque actúa como un líder político, no lo es, porque huye de la dialéctica; no es capaz de grandes discursos. Es simplemente un hombre de acción. Y es también una víctima, que muere por la dignificación individual y colectiva. Su muerte tiene semejanzas con la de Jesucristo: como éste, Paco muere con dos compañeros; además en la novela se emplea el término “centurión” para designar al encargado de ejecutarlo; ambos, en fin, “son culpables de inocencia y sinceridad” (en palabras del autor), que lo conducen, más que a la muerte, al sacrificio.   Mosén Millán   Es el personaje clave de la novela utilizado por Sender como hilo conductor entre el pasado y el presente. Es una personalidad mucho más compleja que la de Paco. Es un alma atormentada, llena de remordimientos (él delata a Paco). Se muestra vacilante e indeciso en todo momento. Uno de los rasgos más significativos de su personalidad es su aceptación del orden social establecido aunque sea injusto. Mosén Millán es, ante todo, víctima de las circunstancias: los esquemas religiosos y sociales lo atrapan. El cura no sabe discernir entre ellos y el deber de hombre vinculado a sus feligreses. Su único recurso es predicar “resignación y conformidad”. Y la única rebelión visible es su negativa a que los poderosos paguen la misa de réquiem. Es el resultado de una sociedad en crisis y lo ve todo desde una posición religiosa dogmática. Representa la inercia de la Iglesia. El párroco es un buen hombre ligado a su ministerio por una fe sencilla, ritual y cotidiana. Acata por la costumbre tradicional los poderes establecidos y a los poderosos, identificándolos con el bien y la sociedad. No se siente con fuerzas ni tampoco cree que su misión sea ayudar a arreglar el pequeño trozo de tierra en que vive. Considera irrespetuosa la postura de los campesinos, al querer convertir en comunales los pastos. Su único pecado es confiar demasiado en los hombres poderosos y poco en los humildes. Se dará cuenta de su error demasiado tarde y entonces su mundo se tambalea. Ejerce una paternidad psicológica en la comunidad –sobre todo en Paco- que es el blanco de los sarcasmos de la Jerónima. A pesar de ser un padre psicológico para Paco, hay ciertas grietas en su relación, señaladas por la visita a la cueva y por el baño en el lavadero ante las mujeres, que simboliza el bautizo erótico.   Don Valeriano, don Gumersindo y Cástulo Pérez   Es un triunvirato que representa el poder económico en el pueblo. Enemigos de Paco, son los inductores de su asesinato, acto que refuerza su unión. A don Gumersindo lo presenta Sender con breves pinceladas, poderoso y arrogante. Don Valeriano es el administrador del duque. Sender lo caracteriza así: “Tenía la frente estrecha y los ojos huidizos…”. Y asiste a la misa porque “hay que olvidar”. Cástulo Pérez es el tercer poderoso del pueblo, que no llega al rango de los anteriores, ya que no recibe el título de don. La noticia de que el rey había huido es tremenda para Gumersindo y Valeriano, que se ocultan; Cástulo, en cambio, empieza a jugar con dos barajas.   La Jerónima y el carasol   Es una mujer “abrujada”, símbolo de una cultura ancestral, pagana y vitalista. En ocasiones representa el subconsciente de la aldea: en ella se personifican las raíces biológicas más subterráneas del pueblo. Es un personaje marginado, admitida en el carasol, pero rechazada en el seno de la aldea. Con el estallido de la guerra quedará definitivamente anulada y será una sombra alocada que merodea por la aldea.   Mosén Millán y la Jerónima encarnan dos culturas contrapuestas en permanente tensión, tensión que remueve los rasgos antropológicos de la novela. El cura ejerce el papel del intelectual en una sociedad agraria y representa la cultura eclesial, mientras que la Jerónima es el símbolo de un modo de vivir más ancestral e instintivo. Existen diferencias claras entre los dos mundos: la iglesia está presidida por Millán, regida por hombres, en el centro del pueblo, símbolo del poder establecido, débil cuando llega la República, pero otra vez fuerte con el golpe militar. El carasol está presidido por la Jerónima, en un mundo de mujeres, en las afueras del pueblo, refugio de los humildes que cobra fuerza con la República pero ametrallado por los falangistas que lo inutilizan. Además, el carasol tiene la función de periódico oral de los analfabetos, porque ahí se comenta todo lo que pasa en el pueblo. Esta función de periódico oral se presenta en una sociedad en la que mucha gente era analfabeta. Allí se cuenta, exageradamente casi siempre, lo que pasa en el pueblo entre bromas, chismes y frases de doble sentido. Hasta cierto punto, ese refugio de mujeres representa la supervivencia del poder matriarcal de tantas comunidades antiguas. La visión que el autor nos da del carasol refuerza también la diferenciación en dos partes de la novela: la alegría y el ambiente festivo de la primera parte contrasta con la soledad y la muerte que se adueña del lugar en las páginas finales.       5- Técnica narrativa en el fragmento y relación con la técnica de la obra.   Lo mismo: no se deben volcar los apuntes, sino seleccionar según el fragmento.     Réquiem… conjuga técnicas novelescas tradicionales con otras modernas. Con respecto a los narradores y los puntos de vista empleados, no hay un único narrador en la novela, sino varios que se distinguen a través de las secuencias del presente y del pasado.   Las secuencias del presente. Las secuencias del presente están narradas en tercera persona por un narrador omnisciente, que es Ramón J. Sender, que va describiendo “objetivamente”, el espacio físico en el que se desarrolla la novela y el carácter de los personajes. Las secuencias del pasado. Aparentemente, el sacerdote es el narrador de las secuencias del pasado. Pero se trata en realidad de un narrador omnisciente (Sender), puesto que cuenta anécdotas que mosén Millán no podía conocer en todos sus detalles, como las travesuras de los monaguillos en el desván de la iglesia, e incluso, en algunas ocasiones introduce el pensamiento de Paco. El romance del monaguillo. De gran importancia, tiene tres funciones:   1- Desde el punto de vista narrativo, de trata de un tercer narrador de las secuencias del pasado, que actúa de divulgador. El primer narrador omnisciente es Sender; el segundo, subjetivo, es mosén Millán a través de sus recuerdos; el tercero es un autor anónimo y colectivo al que el monaguillo sirve de divulgador. 2- En cuanto a las escenas del presente, el monaguillo ejerce la misión de testigo veraz de los hechos, al delimitar lo que hay de leyenda y de verosimilitud en el relato. 3- Por último, el romance simboliza, igual que el potro, la permanencia de Paco y de su ejemplo. La muerte de Paco se ha convertido en una leyenda de carácter épico que, por otra parte, es peligroso recordar.   Con respecto al espacio, la novela se ubica en un pequeño pueblo español del Alto Aragón, un pueblecito que indudablemente tiene una proyección nacional y en el que se reflejan pueblos y ciudades que se vieron envueltos en los acontecimientos que se narran. En la novela apenas hay descripciones y, las que hay, se integran en la narración para potenciar la tensión de la historia. Los dos únicos lugares que se describen detenidamente son la sacristía, símbolo del mundo en que vive mosén Millán, y la cueva de las afueras (lugar que marcará el destino posterior de Paco). Aparte de estos lugares, a Sender le parecen suficientes unos pocos adjetivos para la descripción del carasol, el lavadero o la casa de la novia. Finalmente, sobre el tiempo, la acción se desarrolla en una época imprecisa, un año después de la muerte de Paco el del Molino. Algunas referencias -la huida del rey (Alfonso XIII) y la bandera tricolor- sitúan la acción en la Segunda República (14 de abril de 1931).       6- Análisis del estilo del fragmento en relación con la obra a la que pertenece   Esta cuestión, referida nuevamente solo al fragmento, nos permite tratar el lenguaje que configura el estilo de la obra y el concepto del autor sobre el género dramático.   La primera cualidad que destaca en la prosa de Sender es una sobria sencillez que alcanza su más alto nivel de concisión, de austeridad formal en las páginas de Réquiem. En ella lo vital y directo se impone a lo conceptual y figurado en beneficio de la naturalidad y la transparencia expresiva. Aunque el lenguaje es sencillo, no le quita a la obra la intensidad y conmovedora profundidad que tiene. Con respecto a las descripciones, apenas aparecen en la novela. Sólo se encuentran algunos retratos, porque lo que pretende el autor es retratar a los personajes por sus acciones más que por sus características fisiológicas o por su indumentaria. Destacan, en espacios, las descripciones de la sacristía y de la cueva, por su relevancia en el desarrollo de la historia. En lo que se refiera a las partes narrativas, hay alguna diferencia entre las secuencias de presente y del pasado. En las del presente, la ausencia de acción se contrarresta con las reflexiones de mosén Millán, la sucesión de preguntas y respuestas con el monaguillo y los diálogos con los tres personajes. En las secuencias del pasado hasta el regreso del viaje de bodas, el narrador se demora en todos los acontecimientos, en una actitud de compenetración con los personajes, en un tono nostálgico. Pero hay un cambio radical en las últimas escenas, desde la llegada de los señoritos de la ciudad. Todo sucede con frialdad y distanciamiento, en una actitud impersonal. Finalmente, abundan los diálogos en la novela, especialmente en las escenas del pasado, donde sirven para acercar al lector los hechos narrados y dar más realismo e inmediatez. Otras veces el diálogo intensifica el dramatismo de la acción, como el que mantienen Paco y el cura a la salida de las cuevas, o antes del fusilamiento de Paco. Respecto al vocabulario, abunda el de tipo religioso y campesino, así como ejemplos de coloquialismos, frases hechas y refranes. Por último, se sirve de algunas expresiones del catalán, algo frecuente en zonas de lenguas en contacto: “no és nen, que és nena”. El propio autor explica la aparición de tales vocablos: “la aldea estaba cerca de la raya de Lérida, y los campesinos usaban a veces palabras catalanas”. En general, la música está muy presente en la obra. El tañido de las campanas marca las pautas horarias de la novela al tiempo que delata la ausencia de los habitantes de la pequeña aldea. Pero hay otros momentos en que los sonidos cobran una dimensión especial, como “las campanitas menores tocaban alegremente”. O más adelante, recordando la Semana Santa: “Esas gigantescas matracas producían un rumor de huesos agitados” o “las canciones de las beatas que sobre aquel rumor de hierros producían un contraste muy raro”.   7- Valoración personal del fragmento.   En principio, esta cuestión solo caerá en textos de opinión, pero podría darse el caso de que en una futura reunión de coordinación se decidiera que entra también en textos literarios. Para realizarla, basta con leer el fragmento propuesto y extraer el tema principal, analizándolo después y dando nuestra opinión al respecto. Se seguirán los mismos pasos y criterios que en la valoración del texto de opinión.  

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