El Trabajo Social es una disciplina de las ciencias sociales, en la cual influyen
diferentes corrientes filosóficas que la fundamentan como profesión, determinando las
diferentes concepciones del mundo.
Trabajo Social se basa en conocimientos provenientes de
diferentes disciplinas, mismas que son incididas por concepciones del mundo, valores y
corrientes filosóficas ligadas a la forma como surge el proceso del conocimiento.
Trabajo Social, deberá
reflexionarse la conceptualización, identidad, el objeto y sujeto de intervención
conocimiento e investigación y el abordaje de la especificidad de la profesión, con el fin de
resolver los dilemas, del Trabajo Social Guatemalteco.
Corrientes Filosóficas:
Las corrientes filosóficas que predominan en la enseñanza y práctica del Trabajo Social
son el Materialismo Dialéctico y el Idealismo. Si bien se identifica mayor influencia por
parte del positivismo y su variante funcionalista, además del materialismo dialéctico, eso no
obvia la existencia de otras corrientes, derivadas del materialismo y el idealismo y sus
posturas epistemológicas, aunque dispersas inciden en el sistema profesional
Corrientes Sociológicas y su relación con el Trabajo Social
Desde el punto de vista Sociológico el Trabajo Social incorpora un conjunto de
conocimientos teóricos y prácticos que le permiten asumir una concepción del mundo y de
la realidad social para intervenir en ella.
El Humanismo como fundamento marco del Trabajo Social:
El humanismo es una variante del pragmatismo y se encuentra en el fondo de la acción
social en la que se inserta la profesión, tomando en cuenta que se fundamenta en la
naturaleza y los intereses del ser humano.
Enfoques profesionales derivados de las corrientes epistemológicas
Partiendo de la posibilidad del conocimiento y actuación, las bases filosóficas permiten
ver desde la experiencia, la cotidianidad de los sectores populares, la racionalidad
institucional, la racionalidad académica, las finalidades prácticas y personales, todo un
bagaje de conocimientos que brindan insumos para crear teorías acerca de la intervención
misma y contribuir a configurar el objeto de conocimiento e investigación que permita
dentro de la vigencia transdisciplinar e interdisciplinar, consolidar la especificidad y
legitimación como Trabajo Social.
Los métodos inspirados en el movimiento de reconceptualización del Trabajo Social
pretenden cambiar el enfoque para ya no trabajar con valores guiados por la concepción de
una sociedad perfecta e inmutable. El abordaje de la realidad sin la desviación
ideologizante conlleva nuevas propuestas, tratando de llevar al Trabajo Social a un proceso
reflexivo y endógeno, para redefinir el espacio profesional. Entre sus propuestas están
metodologías que asumen el conocimiento y la intervención, basado en el conocimiento
científico de la realidad social.
El Materialismo e Idealismo
La doctrina materialista e idealista tiene amplia presencia en todas las corrientes del
pensamiento, la naturaleza y la sociedad. El materialismo señala que la materia es la última
realidad. Mientras el idealismo plantea la supremacía de la mente.
El Relativismo:
Este enfoque también considera que no existe verdad absoluta con validez universal,
afirmando que todas las verdades y los conocimientos son relativos, siendo incididos por
factores externos, por lo cual sus alcances se refieren al contexto del que surgen. En ella se
fundan muchas variantes de la investigación que se aplica en Trabajo Social.
El Escepticismo:
Esta corriente se manifiesta cuando se duda de todo, cuando se afirma que el
Trabajador Social al actuar como sujeto no puede aprehender al objeto, por lo cual se
asumen actitudes supuestamente imparciales que conducen a no exteriorizar algún juicio
respecto a un problema o caso.
El Pragmatismo:
Este enfoque valida lo que es práctico, no necesariamente que se tenga la capacidad de
pensar o especular. De ahí que los adeptos en Trabajo Social consideran que lo importante
no es saber investigar y llegar a la verdad sino que se sepa afrontar la vida y conducirse en
la realidad con acierto.
Corrientes vinculantes entre el racionalismo y el empirismo:
El intelectualismo y el apriorismo son mediaciones entre el racionalismo y empirismo.
El intelectualismo por su parte afirma que los conceptos, los juicios proceden de la
experiencia. Los principios del conocimiento residen en la experiencia Aunque todo
conocimiento del entendimiento se deriva de las experiencias sensibles. Estas y la razón se
ligan para formar el fundamento del conocimiento humano. (Aristóteles, Santo Tomás de
Aquino, etc.)
El enfoque de la orientación social, da lugar a que el Trabajador Social se envista de
su profesión y tenga el poder y la capacidad de orientar al individuo, grupo o comunidad
con la que trabaja, por estar preparado y conocer las formas de la verdad o estrategias para
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tomar las decisiones y movilizar los recursos necesarios para encontrar las soluciones
adecuadas. El Trabajador Social actúa desde afuera o desde adentro, sin perder su papel
orientador, educador y capacitador.
edominancia del objeto con una visión del sujeto pasivo: El enfoque asistencialista, el
sociologista y el tecnocrático.
El enfoque asistencialista, ubica la problemática dentro de una situación, con sus
variables condicionantes y determinantes; cuya solución se busca dentro de las
circunstancias que la generan, en forma parcial sin enfoques integrales y
multidimensionales, aislados y sin ninguna relación entre sí.
Por su parte el enfoque tecnocrático concibe al sujeto como un objeto y se enfatiza en
la técnica como el medio que al dominarse, solucionará la problemática afrontada;
propugna por su supuesta instrumentalidad neutral, donde el Trabajador Social es un
profesional que domina y conoce cosas apareciendo como un experto ante la población
afectada que carece de los conocimientos mínimos al respecto.
El y la profesional de Trabajo Social se concibe en este enfoque como un sujeto
histórico que desempeña una profesión social con potencialidades de impulsar
transformaciones al acompañar a la población en el conocimiento, interpretación y
transformación de sus condiciones de vida.
Es importante tener una concepción dinámica del sujeto, como ser activo y capaz,
participativo, no inmerso en una situación problemática, sino en un conjunto de relaciones
sociales que le determinan y condicionan su actividad derivando en situaciones
problemáticas que afectan y le obstaculizan alcanzar niveles de vida adecuados.
CONCLUSIÓN
La fundamentación de Trabajo Social tiene bases en los pilares donde ha sido respaldada a través del tiempo en donde el marco conceptual se ha enriquecido y se han creado teorías con fundamento en el trabajo de campo, las cuales brindan apoyo para comprender la esencia del Trabajo Social.