Created by Elías Alejandro Solis Gutiérrez
over 6 years ago
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Curso: Cosmovisión I
Impartido por: Lic. Elías David Cua
Faculdad de Ciencias Empresariales
Escuela de Administración de Empresas
Cap 1.
1.1 Vanidad de vanidades!
¡Vanidad de vanidades!
¡Todo es vanidad!
1.18 Porque «abundar en sabiduría es abundar en molestias», y también «quien aumenta sus conocimientos, aumenta sus sufrimientos».
Cap 2.
2.2 Y concluí que divertirse es una locura, y que los placeres no sirven de nada.
2.24 No hay nada mejor para nosotros que comer y beber, y disfrutar de nuestros trabajos. Y he concluido que esto viene de la mano de Dios.
2.26 Es un hecho que Dios da sabiduría, conocimientos y alegría a quien es de su agrado, y que al pecador le da el trabajo de recoger y amontonar, para dárselo a quien es del agrado de Dios. ¡Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu!
Cap. 3
3.1 Todo tiene su tiempo. Hay un momento bajo el cielo para toda actividad:
3.17 Y en mi corazón he concluido que Dios habrá de juzgar a los justos y a los injustos, porque hay un tiempo y un lugar para todo proyecto y para toda actividad.
Cap. 4
4.4 También he podido ver que todo el que se afana y tiene éxito en lo que hace despierta la envidia de su prójimo. ¡Y esto también es vanidad y aflicción de espíritu!
4.9-10 Dos son mejor que uno, porque sacan más provecho de sus afanes.
Si uno de ellos se tropieza, el otro lo levanta.
¡Pero ay de aquel que tropieza y no hay quien lo levante!
Cap. 5
5.3 porque si te preocupas mucho, tienes pesadillas; y si hablas mucho, dices tonterías.
5.19-20 A cada uno de nosotros Dios nos ha dado riquezas y bienes, y también nos ha dado el derecho de consumirlas. Tomar nuestra parte y disfrutar de nuestro trabajo es un don de Dios. Y como Dios nos llena de alegría el corazón, no nos preocupamos mucho por los días de nuestra vida.
Cap. 6
6.8-9 Y al final, ¿qué de más tiene el sabio, que el necio no tenga? ¿Qué de más tiene el pobre, que supo sobrevivir? Es mejor lo que se ve, que los deseos pasajeros. ¡Pero también esto es vanidad y aflicción de espíritu!
Cap. 7
7.20 No hay en la tierra nadie tan justo que siempre haga el bien y nunca peque.
7.28-29 Sin embargo, todavía no he encontrado lo que ando buscando. Entre mil hombres ya he encontrado uno, pero entre todas las mujeres todavía no he hallado una sola. Lo único que he encontrado es que Dios hizo perfecto al género humano, pero éste se ha buscado demasiados problemas.
Cap. 8
8.2-3 Te aconsejo cumplir con las órdenes del rey y con tu palabra jurada ante Dios. No te retires de su presencia con premura. No insistas en contrariarlo, porque él hará lo que le plazca.
Cap. 9
9.1 A todo esto dirigí mi atención, para concluir lo siguiente: Que la gente sabia y honrada está en las manos de Dios, lo mismo que sus obras, pero que nosotros los mortales nada sabemos del amor ni del odio, aun cuando los tengamos delante de nosotros.
9.10 Todo lo que te venga a la mano hacer, hazlo según tus fuerzas. En el sepulcro, que es adonde vas, no hay obras ni proyectos, ni conocimiento ni sabiduría.
Cap. 10
10.8 El que cava un hoyo, en él se cae;
al que resquebraja un muro, lo muerde una serpiente.
10.18 Por la pereza se viene abajo el techo; por la flojera se viene abajo la casa.
Cap. 11
11.6 Siembra tu semilla en la mañana, y vuelve a sembrarla en la tarde, pues no sabes cuál de las dos siembras será la mejor, o si las dos serán igualmente buenas.
11.9 Alégrate, joven; aprovecha tu juventud. Bríndale placer a tu corazón mientras dure tu adolescencia. Déjate llevar por donde tu corazón y tus ojos quieran llevarte. Pero debes saber que de todo esto Dios te pedirá cuentas.
Cap. 12
12.1 Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven. No esperes a que vengan los días malos, y a que lleguen los años en que digas: «Vivir tanto no es motivo de regocijo.»
12.13-14 Todo este discurso termina en lo siguiente: Teme a Dios, y cumple sus mandamientos. Eso es el todo del hombre. Por lo demás, Dios habrá de juzgar toda obra, buena o mala, junto con toda acción encubierta.