Tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y sexualidad.
Sólo algunas personas tienen derecho a la integridad física, psicológica, sexual y a vivir libres de violencia.
Si eres menor de edad tus padres tienen derecho a decidir sobre tu cuerpo.
Tenemos derecho a la información actualizada, veraz, completa, científica y laica sobre sexualidad para tomar decisiones libres sobre nuestra vida.
No podemos manifestar públicamente nuestros afectos.