a) La Virgen María:
Es la protagonista indiscutible de todos los milagros y quien da sentido a la obra. La Virgen aparece caracterizada en términos muy humanos. Aparece como una figura maternal y protectora con sus devotos, así como enormemente poderosa. Por otra parte es autoritaria, fuerte y severa. Berceo está interesado en exhortar a la devoción mariana y presenta un comportamiento que deje muy claro a su público, no necesariamente culto, la conducta a seguir.
Sin embargo, esta reina omnipotente tiene una limitación en sus atribuciones: cuando ha de devolver la vida a alguien, necesita de la intervención de Cristo. Es un signo de la objetividad teológica de Berceo.