CARACTERIZACIÓN CULTURAL DE LA COMUNIDAD Y EL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
Patricia Safa
Entendemos como caracterización cultural de la comunidad al conjunto de principios y técnicas, utilizadas ordenada y sistemáticamente para conocer, identificar distintos aspectos de una comunidad.
La caracterización cultural de la comunidad tanto los alumnos como el docente tienen la posibilidad de ser sujetos activos y participativos en la construcción social.
El objetivo principal de la caracterización cultural de la comunidad como propuesta de trabajo, es acercar la comunidad a nuestros espacios de enseñanza aprendizaje.
Se ha desglosado esta actividad en tres tipos de trabajo diferentes que corresponden a tres momentos de trabajo:
1.Reconocimiento de la comunidad.
2.Recolección de datos generales.
3.El trabajo de investigación.
Cada una de estas actividades tiene sus objetivos específicos y sus tiempos para realizarla.
La primera de ellas, el “reconocimiento de la comunidad”, pretende acercarnos a la colonia, fraccionamiento o barrio en que vivimos. No pretende ser exahustiva sino sensibilizadora: permitir que el medio ambiente físico y social nos hable, que se ponga en contacto con nosotros. Por lo mismo, son la observación y la entrevista libre y abierta los principales instrumentos de trabajo. El resultado concreto de esta actividad, se plasma en un relato sencillo sobre las primeras impresiones que se reciben sobre el lugar motivo del estudio de caracterización.
La segunda actividad, “la recolección de datos generales”, continúa el trabajo de la primera etapa. Es una actividad en la que los resultados requieren sustentarse, organizarse en categorías iniciales y retroalimentarse.
En el momento que los alumnos se involucran con este trabajo nos estamos trasladando ya al tercer tipo de actividad: “el trabajo de investigación”. Lo posible a conocer, los temas a desarrollar parten de los señalados en las etapas anteriores. En todo trabajo de investigación es importante tener en cuenta los pasos que debemos seguir: la definición de un problema de investigación, la detección de los procedimientos a seguir y la selección de los espacios e instrumentos que pueden contestar nuestra pregunta de investigación. Estos tres pasos son constitutivos de todo trabajo de investigación. En la medida en que se involucren más asignaturas el trabajo de investigación se traduce en una propuesta del Método de Proyectos. El Método de Proyectos contiene los pasos de cualquier trabajo de investigación pero enfatiza, además, la importancia que tiene la participación de los alumnos en la definición del mismo problema a investigar y en el plan de trabajo para lograr el objetivo propuesto por el grupo. Las técnicas de investigación son los instrumentos de los que nos podemos valer para realizar nuestro trabajo. Por ejemplo, podemos elaborar encuestas, realizar entrevistas, escribir lo que observamos para lograr el objetivo que nos hemos propuesto: conocer a la comunidad seleccionada. Las técnicas de investigación son sólo eso, técnicas. Por sí mismas no nos llevan a ningún lado. Son útiles en la medida en que las usamos para responder a una pregunta que le hagamos a la realidad que queramos conocer. Por eso enfatizamos tanto la importancia que tiene saber exactamente qué es lo que queremos investigar, cómo y para qué lo queremos investigar.
Hemos dicho que LO MÁS IMPORTANTE NO ES RECOLECTAR TODOS LOS DATOS POSIBLES SINO AQUELLOS QUE SON SIGNIFICATIVOS PARA CONOCER A LA COMUNIDAD EN ESTUDIO. Esta afirmación se vuelve fundamental en esta tercera etapa. Aquí ya no hablamos de datos generales sino de un tema específico que los alumnos y el docente han querido seleccionar como tema de trabajo. Este tema puede constituirse como punto central de un proyecto o puede ser parte de una etapa de un proyecto generado en otra temática de cualquier asignatura que decidamos trabajar.
De esta forma el conocer a la comunidad se convierte en un trabajo que involucra a todos, que despierta en los alumnos la curiosidad por investigar y conocer su medio ambiente y ofrece amplia riqueza en estímulos para desarrollar el interés por el aprendizaje, la imaginación y la creatividad; además de permitir adecuar la educación a las necesidades locales, regionales y nacionales.
En síntesis, la Caracterización Cultural de la Comunidad no consiste meramente en la recolección de datos y ordenamiento en un fichero. Por el contrario, se concibe como una actividad que se realiza con fines educativos específicos: incorporar la vida cotidiana de los alumnos a los procesos de enseñanza-aprendizaje y participar activamente en el quehacer cultural de la comunidad que se trabaja. Esta actividad integra diversos tipos de acciones que se diferencian dependiendo de sus objetivos y momentos de realización.
1.Reconocimiento inicial
Un primer conjunto de actividades las denominaremos “Reconocimiento de la comunidad”. En una primera etapa el objetivo del trabajo será el facilitar el acercamiento de los alumnos a la comunidad a estudiar.
Durante un tiempo no mayor a dos semanas alumnos y docente se dedicarán a familiarizarse con el medio ambiente y a recolectar algunos datos generales sobre la comunidad, las personas que la habitan, las actividades productivas, culturales, recreativas o deportivas que se realizan, datos sobre su fundación y evolución. Al terminar el tiempo destinado a la actividad, se solicitará a los alumnos que redacten un relato sencillo en donde hagan un recuento de las primeras impresiones recogidas del lugar. Este texto es inicial, es un resultado previo y seguramente superficial sin que por ello deje de ser un paso importante y básico para las actividades posteriores a las que habrá de servir de guía. Su elaboración se hará de la misma en que se comparten en clase las impresiones después de visitar el lugar.
Este trabajo puede realizarse de muy diversas maneras. Una de ellas puede ser el recorrer las calles de la comunidad, dejando que el medio ambiente nos hable a través de sus calles, casas, edificios, y por supuesto comunicarnos también con los habitantes del lugar con quienes podamos conversar; que los centros de reunión, de intercambio económico y social, los lugares de interrelación, etcétera, nos hablen de los aconteceres que en ellos se realizan y en los cuales los miembros de esa comunidad se comunican, interrelacionan y expresan sus formas de vivir.
Recorrer las calles de la comunidad puede ser muy útil para el reconocimiento de la misma. Escuchar y platicar con su gente, saber lo que conforma su vida cotidiana, cuáles son los temas de sus conversaciones diarias, etcétera, nos puede ayudar a conocer y a acercarnos a su gente. Las familias de alumnos que habitan o habitaron en esa comunidad también tienen mucho que contar; son pláticas que pueden ayudar a los alumnos a reconocer la cultura que permanece en la comunidad.
2. Recolección de datos generales
Para obtener la información general de la comunidad existen múltiples fuentes a las que podemos acudir: el Censo General de Población, los archivos, las encuestas que podemos elaborar, etcétera. También podemos realizar entrevistas a funcionarios públicos, a personas de la comunidad o a otras personas que puedan aportarnos información.
¿Qué datos pueden sernos de utilidad?
• Las actividades económicas principales en el área.
• Formas de organización política y económica, ya sean formales o informales.
• Bienes y servicios culturales y recreativos, teatros, museos, bibliotecas, auditorios, parques, etcétera.
• Conocer las fiestas importantes de la comunidad, de las familias.
• Sus comidas preferidas, las de las grandes fiestas y las de todos los días.
• Número y características de los centros educativos.
• Composición de la población.
• El tipo de relación a nivel regional tanto económica, política como cultural.
• Líderes políticos, sociales, deportivos, religiosos y culturales.
Es mucha la información que se puede ir recabando. Lo importante no es recolectarlo TODO, sino ir conociendo aquello que pueda hablarnos sobre el medio ambiente. Por lo mismo no es tan importante preocuparnos por recolectar todos los datos posibles y los “adecuados” para escribir un buen reporte, sino obtener elementos que nos permitan conocer a la comunidad. Es importante que en los equipos de trabajo participen alumnos que residan en la comunidad y de preferencia al menos uno que por más de una generación su familia ha vivido allí, esto permite recolectar datos.
Para entender y conocer el contexto cultural de una comunidad se deben hacer interrogantes que nos acerquen a comprender mejor lo que es y lo que ha sido al paso de la historia.
3. El trabajo de investigación
La propuesta metodológica de investigación tiene como objetivo contribuir al conocimiento del contexto cultural y social de la comunidad. Este contexto es heterogéneo y vasto. Son muchas las cosas que podemos querer y conocer. Podemos ser creativos sin dejar de lado que es un trabajo que se construye con acuerdos colegiados.
Es un trabajo que surge de situaciones reales y se genera a partir de los intereses por parte de los alumnos, monitoreados por el docente.
Es un espacio de trabajo que debe permitir al alumno participar en la formulación de problemas a investigar y a resolver, donde el docente plantea estrategias para su realización y observa el resultado de sus acciones.
Todo esfuerzo por acercarnos a la realidad y resolver un problema de investigación requiere recorrer un camino programado que facilite y permita el desarrollo del trabajo. Conocer cuáles son los pasos a seguir puede sernos de gran utilidad. Con este trabajo no se pretende formar investigadores altamente especializados, pero sí dar instrumentos de trabajo a los alumnos pre-universitarios. Por eso ahora hablaremos sobre el proceso de investigación. Todo trabajo de investigación debe plantearse de acuerdo con la pregunta que ha generado el proceso.
Hay que saber qué es lo que se quiere hacer. De esta reflexión se desprende cómo realizarla. Si no se tiene claro qué se está buscando, nunca podremos resolver y realizar nuestro trabajo. Simplemente acumularemos información sin sentido con un gasto de energía más o menos fuerte dependiendo de la intensidad del trabajo invertido. Esto puede llevarnos a complicar o aun a acrecentar la inquietud que generó el problema pero no a resolverlo. La realidad es rica en problemáticas. Está llena de preguntas a responder. Sin embargo tenemos que delimitar el trabajo. Hacerlo de otra manera podría provocar resultados contrarios a los que se pretende alcanzar con esta actividad.
Son muchas las personas y los lugares que pueden ayudarnos a responder nuestra pregunta. Por esto mismo, tan importante es saber qué es lo que se quiere investigar como quién puede responder a nuestras preguntas. La selección de las personas y de los lugares que nos van a ayudar en el trabajo determina el plan del mismo. No son elecciones arbitrarias sin consecuencias de los objetivos, problemas o preguntas a resolver del mismo trabajo, es decir, que la propia pregunta formulada si es clara debe orientarnos en la búsqueda de la respuesta correspondiente.
Qué voy a preguntar, por qué lo voy a preguntar, a quién se lo voy a preguntar, son los tres componentes de todo trabajo de investigación. Estos tres pasos deben quedar muy claros antes de seguir adelante.
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