¿Quién protagoniza este relato?
Los reyes.
La princesa.
La hija del carbonero.
¿Qué le pasaba a la princesa de este relato?
Era prisionera de un temible dragón.
Perdió a sus padres quedando huérfana.
Vivía encerrada, ni siquiera podía salir al jardín.
¿Cuál era la única compañía de la princesa?
Una flor.
Un hada.
Una mariposa.
¿Cómo logró la princesa cumplir su deseo?
Un soldado la ayudó a escapar por un momento.
Su flor mágica guardó su voz y así, ella pudo salir.
Su hada madrina hizo que desapareciera con su varita.
¿Quién la fue a buscar a su habitación?
Su padre, el rey.
Su madre, la reina.
Un centinela de palacio.
¿De qué se dieron cuenta el rey y la reina?
De que la flor estaba encantada y por eso imitaba la voz de la princesa.
De que la princesa se había convertido en un hermoso jazmín.
De que la princesa había huido para siempre.
¿Cómo reaccionó el rey al saber de la flor encantada?
Trató con cuidado a la flor.
Arrancó la flor y se la dio a un soldado.
Salió corriendo asustado.
¿Qué ordenó el rey finalmente?
Que la flor sea dada a un hechicero para quitar el encantamiento.
Que la flor no sea tocada por nadie.
Que la flor se echada en el fuego.
¿Qué hizo la princesa al saber de la orden del rey?
Suplicó por la flor, se la arrebató a un soldado y se la tragó.
Aceptó sin oponerse la decisión de su padre, el rey.
Suplicó por la flor, se la arrebató a un soldado y la volvió a sembrar en su ventana.
¿Qué le contaba la princesita a la flor?
Todas sus alegrías y anhelos más íntimos.
Todas sus penas y anhelos más íntimos.
Todas sus travesuras y anhelos más íntimos.