(CONTEXTO) El siglo XX nace en plena crisis del positivismo y del racionalismo. Surgirán nuevas formas de explicar la realidad, pero, a comienzos del siglo, son las corrientes irracionalistas y vitalistas provenientes del siglo anterior las que se asumen plenamente: la voluntad como la fuerza irracional de Schopenhauer; la angustia del pensar existencial de Kierkegaard; el vitalismo de Nietzsche y su nihilista <<Dios ha muerto>>. Además irrumpen nuevos pensadores como Bergson, para quien el tiempo es subjetivo, o Freud, cuya teoría del psicoanálisis hace aflorar el mundo subconsciente y sus impulsos reprimidos. Irá también conformándose el existencialismo además de desarrollarse las corrientes materialistas marxistas, que sostienen que todo lo real es materia. La crisis del pensamiento provoca el <<malestar en la cultura>>, que lleva a la toma de postura social y política de los intelectuales.
(MODERNISMO Y 98) Tanto el modernismo como la Generación del 98 son fruto de la crisis de la conciencia burguesa de finales del siglo XIX. Surgen como reacción contra la vida burguesa y su espíritu materialista y utilitarista. En consecuencia, buscan un nuevo lenguaje literario y artístico, capaz de expresar un mundo más refinado y complejo. La mayoría de la crítica no considera antitéticos a modernistas y noventayochistas, sino tendencias de un mismo movimiento renovador.
Aparte de las influencias literarias del posromanticismo, simbolismo y parnasianismo, se debe considerar el influjo de dos corrientes: el impresionismo que sugiere la realidad total y capta el instante para atrapar lo esencial y eterno, con un estilo de "pinceladas" ágiles; y el expresionismo que muestra la realidad desde una perspectiva deformante, hiperbólica, grotesca. Además cabe destacar la repercusión del Krausismo y el regeneracionismo, especialmente en el pensamiento noventayochista sobre la regeneración de España. La Institución Libre de Enseñanza creada por Francisco Giner de los Ríos, impulsa estos proyectos intelectuales de reforma en figuras como Joaquín Costa o Ángel Ganivet. El Grupo de Los Tres (Azorín, Maetzu y Baroja) es de clara raigambre regeneracionista.
(MODERNISMO) El modernismo es un movimiento de renovación estética que surge como respuesta literaria a la crisis de la conciencia burguesa que reacciona contra el materialismo y espíritu utilitario de la época. Literariamente, el modernismo se desarrolla entre 2885 y 1915. Su ideal es expresar la belleza como una nueva sensibilidad en los temas y con un nuevo lenguaje muy preciosista. Este movimiento supuso una importantísima renovación literaria, sobre todo para la poesía y la prosa poética. Sintetiza muy distintas influencias tanto de la literatura española como de la extranjera, y de dos corrientes poéticas francesas: el parnasianismo, que rinde culto a la belleza, a lo sensorial, a la perfección formal y defiende el arte por el arte (Téophile Gautier y Leconte de Lisle); y el simbolismo, que busca la musicalidad y el arte de resurgir intuitivamente, a través de símbolos, las correspondencias entre la realidad exterior y la interior (Verlaine, Rimbaud).
En cuanto a las características, aparece, la belleza como principio estético y vital; el arte y la belleza son los nuevos ídolos, se intenta convertir la vida en arte; se crea una <<literatura de los sentidos>> mediante efectos plásticos brillantes, o efectos fónicos y musicales; en poesía, rescatan versos, adoptan ocasionalmente el verso blanco y el libre, renuevan o innovan estrofas, buscan ritmos acentuales marcados, rimas muy sonoras, etc; lo raro es bello, vocablos extraños, imágenes deslumbrantes, etc. La melancolía y el vitalismo como actitudes ante la vida. Los modernistas sienten la angustia existencial. Valoran lo irracional y lo sentimental. Hacen corresponder el mundo interior con el exterior a través de símbolos. Este esteticismo también se manifiesta en el decadentismo, pero sienten igualmente un intenso vitalismo, aunque les quedará la insatisfacción por el absoluto. El <<escapismo>>. Pueden tomar distintas vías de escape ante la realidad ingrata: el intimismo; la evasión en el espacio: exotismo, ambientes versallescos; la evasión del tiempo; y las mitologías clásica y nórdica. Cosmopolitismo y localismo.
Podemos considerar precursores del modernismo en España a los poetas Manuel Reina, Ricardo Gil y Salvador Rueda. En Hispanoamérica, a poetas como José Martí, Díaz Mirón o José Asunción Silva.
Rubén Darío es el mejor exponente del modernismo. Su trayectoria también representa la de todo el movimiento: un primer periodo de gran plasticidad y sonoridad brillantes y temas refinados y evasivos ("Azul" y "Prosas profanas"); un segundo periodo de mayor intimismo, angustiado a veces y una mayor hondura reflexiva, con más presencia de los temas americanos ("El canto errante" o "Cantos de vida y esperanza"). Manuel Machado, con un estilo personal combina la influencia francesa con la raíz popular andaluza y los temas ligeros y frívolos con los temas graves, las reflexiones desengañadas y melancólicas, a veces con cierto tono coloquial ("Alma", "Capricho" o "El mal poema"). En hispanoamérica, a los precursores les sucedieron modernistas como Amado Nervo, Guillermo Valencia, Leopoldo Lugones, o José Santos Chocano.
(GENERACIÓN DEL 98) El término Generación del 98 designa a un grupo de escritores caracterizados por la presencia del tema de España, por sus preocupaciones filosóficas y por un estilo natural, sobrio y sencillo. Los miembros de esa generación serían el Grupo de Los Tres (Azorín, Maetzu y Baroja), Unamuno, Valle-Inclán y Antonio Machado. Como adelantado suyo consideraron a Larra, si bien sus verdaderos precursores son Joaquín Costa y Ángel Gavinet.
Las etapas en la Generación del 98 son cuatro: la juventud del 98, que es una etapa de rebeldía ante la sociedad y la cultura españolas. Así, el primer Maetzu revolucionario, la filiación socialista de Unamuno, el ideario anarquista de Azorín, el anarquismo escéptico de Baroja, etc; el activismo del Grupo de Los Tres, Azorín, Maetzu y Baroja publican un manifiesto regeneracionista y europeísta para cambiar la situación española mediante una <<ciencia social>>;el activismo de la etapa anterior acaba en un desengaño conducente a un idealismo contemplativo y escéptico; madurez y disolución del 98, cada autor toma su propio camino personal, en lo ideológico más o menos comprometido.
Las características de la generación del 98 son: las preocupaciones filosóficas, existenciales y religiosas, el tema de España, la historia y la intrahistoria, y la renovación del lenguaje literario. Los autores se interrogarán sobre el sentido de la existencia humana, sobre el tiempo, sobre la muerte, sobre Dios, desde una perspectiva filosófica irracionalista con una actitud existencialista angustiada y una fe religiosa problemática. Esa conflictividad genera una pugna entre el intelectualismo y vitalismo. El tema de España, se intensifica a partir del Desastre de 1898 y se plantea desde el plano mental de las ideas y las creencias. Por eso proyectan sobre la realidad española una visión subjetiva, lírica. La mayoría, verán en la Castilla decrépita, la <<médula de España>>. Los modernistas, quieren un lenguaje más preciso y sobrio, que sea significativo y exprese ideas. Tienen una clara voluntad de estilo: el léxico rico y preciso (rescatando palabras en desuso). Renuevan la técnica novelística con respecto a la narración objetivista y omnisciente decimonónica.
Antonio Machado concibe la poesía como <<una honda palpitación del espíritu>>. se distinguen tres etapas en su poesía: la primera etapa que es modernista pero está marcada por el intimismo becqueriano e influida por el simbolismo ("Soledades, galerías y otros poemas"). Trata los temas de la angustia vital, la melancolía y la nostalgia de la juventud, el amor conceptual, la búsqueda de Dios, el tiempo vivido y sentido, y el sueño como forma de conocimiento o introspección. La segunda etapa la representa "Campos de Castilla" que refleja el impacto y la identificación con el paisaje y las gentes sorianas y castellanas. La tercera, con "Nuevas canciones" supone un decaimiento lírico; el autor se centra en sus crecientes inquietudes filosóficas. Los símbolos que utiliza, son: la tarde, los relojes que marcan el paso del tiempo, el huerto, el agua, los caminos que simbolizan la vida, las galerías, las abejas, la noria, etc. Las influencias poéticas de Machado son de la poesía francesa de Rubén Darío, de Berlaine, de Boteler, de Bécquer, y por último, de Unamuno.
A comienzos del siglo XX surgen nuevos novelistas renovadores. En 1902, se publican cuatro novelas que marcan el inicio de esta renovación: "La voluntad" de Azorín, "Camino de perfección" de Pio Baroja, "Amor y pedagogía" de Unamuno, y la "Sonata de otoño" de Valle-Inclán, que suponen una renovación narrativa, estilística, y técnica: el narrador pierde la infabilidad omnisciente, el argumento se fragmenta o se reduce, personajes marcados por la falta de voluntad, descripciones impresionistas y los diálogos manifiestan el desarrollo de las ideas de los personajes.
Unamuno, proyecta en sus novelas, su conflictivo pensamiento existencial. Sus novelas, están escritas con <<una lengua seca, precisa, rápida>>, un estilo ágil. son características la escasa acción y la importancia de la realidad interior de los personajes. Tiende a desdibujar los límites entre realidad y ficción. Su primera obra es "Paz en la guerra" y otras obras son por ejemplo, "Amor y pedagogía" o "San Manuel Bueno, mártir".
Pio Baroja, vierte en sus novelas su pesimismo y su visión negativa del hombre y de una sociedad donde solo sobreviven los más fuertes. Sus novelas se caracterizan por tener una estructura abierta, por los espacios diversos, las descripciones impresionistas, el ambiente urbano que muestra personajes degradados y situaciones sociales sórdidas, y además por la narración del tiempo contemporáneo o de las épocas cercanas como en las "Memorias de Avinareta". El estilo barojiano es en realidad muy personal, muy vivo, natural y dinámico. Sus protagonistas suelen ser de dos tipos, hombres de acción y hombres contemplativos. Aunque solía agrupar en trilogías su producción novelística, distinguió dos etapas, hasta 1914, sus mejores novelas, "El árbol de la ciencia" o "La busca" y a partir de 1914 se vuelve más repetitivo "Memorias de un hombre en acción".
Azorín, mezcla la novela y el ensayo, los temas son los mismos, y su estilo es preciso, muy impresionista y atento al detalle. Sus novelas con más repercusión fueron las primeras: "La voluntad", "Antonio Azorín", y "Confesiones de un pequeños filósofo"
Valle-Inclán, cultivó una narrativa en la que evoluciona de la prosa rítmica y de ambientación modernista y decadente de las "Sonatas" a la sátira esperpéntica como "Tirano Banderas"