Anatomía normal del pene del paciente pediátrico:
El pene normal debe ser recto en erección, sin desviación del glande o eje. El meato normal es vertical, con una apariencia similar a una ranura y está situado en la punta o un poquito más abajo– del glande. La longitud del pene se mide por su longitud estirado, tirando suavemente del glande a la vez que se comprime la almohadilla de grasa suprapúbica. El chorro miccional debe ser recto y
de buen calibre.
Definición: La hipospadia es la anomalía más frecuente del pene. En 1 de cada 300 lactantes varones el orificio uretral externo está en la superficie ventral del pene.
Fimosis:
Al final del primer año de vida, la retracción del prepucio por detrás del surco del glande tan sólo es posible en cerca del 50 % de los niños; esta cifra asciende aproximadamente al 89 % a los 3 años de edad. La incidencia de fimosis es del 8 % en los niños de 6-7 años y tan sólo del 1% en los varones de 16-18 años. La fimosis puede ser primaria (fisiológica), sin signos de cicatrización, o secundaria (patológica) a una cicatrización, como en caso de balanitis xerótica obliterante. La fimosis tiene que distinguirse de la aglutinación normal del prepucio con el glande, que es un fenómeno fisiológico.
Parafimosis:
La parafimosis se caracteriza por un prepucio retraído con el anillo constrictor localizado a la altura del cuello del pene, lo que impide la recolocación del prepucio sobre el glande.