Formación de espuma: los tubos de bajada del líquido se pueden llenar totalmente de espuma y provocar inundación de una forma análoga a lo que ocurre en columnas de relleno. Arrastre: El arrastre se debe con frecuencia a un tamaño inadecuado de los tubos de descenso del líquido o del espaciado entre los platos. La mala distribución del líquido: Si los platos de la columna son muy grandes o están mal diseñados puede variar la altura del líquido a través del plato dando lugar a un apreciable gradiente hidráulico. Goteo: Muchos platos sólo cuentan con la presión del gas para mantener el líquido sobre el plato, de forma que, en el punto de goteo, comienza a caer líquido a través de los orificios de los platos.