Created by martinez isa mg
about 9 years ago
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1. El dedo de Blackberry
Mensajes, redes sociales, correo electrónico… Sin darnos cuenta, pasamos horas tecleando en el móvil. Este hábito puede desarrollar sobrecargas en la base del dedo pulgar, anteriormente conocido como la artrosis de las costureras.
2. Síndrome del túnel carpiano
El ratón con el que trabajamos o jugamos en el ordenador puede producir el síndrome del túnel carpiano, una lesión que hasta la llegada de las nuevas tecnologías sólo se veía en personas mayores.
3. Codo de tenista
La mala postura en nuestro tiempo de uso de ordenadores puede derivar en el codo de tenista, especialmente causada por un mal uso del ratón.
4. Daños cervicales
La generalización de los ordenadores portátiles ha hecho aumentar las patologías cervicales. Al poder trabajar en cualquier sitio, falla la ergonomía, y hay más problemas en las cervicales.
5. Estrés visual
El tiempo que pasamos delante de dispositivos electrónicos, como tabletas, teléfonos móviles y libros electrónicos trae como consecuencia el estrés visual, haciendo que los ojos se resequen mucho.
6. Obesidad infantil y juvenil
Aunque los niños pueden desarrollar algunas facultades importantes gracias a las nuevas tecnologías (los videojuegos, por ejemplo, proporcionan mayor habilidad psicomotriz, aumentan los reflejos.
7. Insomnio
El uso de dispositivos electrónicos como tablets, móviles y aplicaciones de mensajería, o televisión justo antes de dormir dificulta la conciliación del sueño, no sólo por el consumo de tiempo que su uso implica sino por la luz que emiten.
8. Problemas de audición
La televisión, la radio, los reproductores de música… Hoy en día estamos muy acostumbrados a la exposición del sonido. Sin embargo, percibir este ruido en exceso puede ser muy dañino para nuestros oídos.
9. Infertilidad
Llevar el móvil siempre en los bolsillos del pantalón o utilizarlo demasiado, así como trabajar asiduamente con el ordenador portátil en las piernas.
10. Adicción
A los videojuegos: El uso desmedido de videojuegos puede intensificar el riesgo de que niños y adolescentes se enfrenten al aislamiento social, adquiriendo una adicción a las pantallas.